Las fábulas de Wilhelm Hey fueron un tremendo instrumento didáctico durante el siglo XIX. Sobre todo gracias a su brevedad: una ilustración acompañada de un poema de dos estrofas. Esta obra aúna 50 poemas en la que los protagonistas son animales y niños, por lo que se pretende enderezar conductas desde la más temprana infancia. Por ello siguen tienen validez actualmente.
Algunos ejemplos de fábulas que contiene este libro son “El cisne”, donde éste riñe a un niño que arroja cosas a los polluelos; “Murciélagos y pájaros”, donde se censura la discriminación; o “Caballito mecedor, caballito de palo”, más cómica.