En “Jugando a ser Beatie Bow”, Ruth Park funde la ficción histórica y la fantasía para ofrecer un relato costumbrista y de valores. Ganador del premio al Mejor Libro Infantil del Año en Australia en 1981, la novela nos enseña cómo podemos aprender de otras personas y de lo acontecido en otras épocas de la historia. Abigail Kirk tiene catorce años y vive en Sidney, y su carácter tranquilo se transforma después de que su padre abandonara a su familia. El relato da un giro cuando Abigail, persiguiendo a una chica extraña, se ve transportada a 1873, más de cien años atrás, donde es obligada a convivir con una familiad de inmigrantes sumidos en la pobreza. Las crudas condiciones, las costumbres de antaños y los valores que prevalecían cambian por completo la visión que Abigail tiene del mundo. A causa de ello, cuando regresa a su época, Abigail es más reflexiva y sabia. Lo que Ruth Park realiza en esta novela es emplear el viaje en el tiempo de una forma inusual, aquí para resaltar las virtudes de una vida sencilla y alejada del materialismo, en contraposición al crecimiento y las guerras del siglo XX.
La familia Callendar inauguró sus aventuras en “El túnel de Friday”. Aunque John Verney escribiría otras cuatro novelas sobre ellos, cada una narrada por un hijo diferente, esta primera entrega es la más emblemática. Los Callendar son una familia muy peculiar, empezando por los padres, Gus y January, y siguiendo por los hijos: Friday, February, Abigail, Beryllium, Chrysogon y Desdemona. La historia se centra más en February, niña de trece años que es ingeniosa y risueña, y su hermano Friday, quien empieza a cavar un túnel en su propia finca. El relato coge un ritmo frenético a partir de varios descubrimientos que Friday hace en el túnel, apareciendo en escena, matones, pasadizos y explosivos. El estilo de Verney se caracteriza por un lenguaje simplista pero rápido, y retrata fielmente la clase media de Inglaterra. “El túnel de Friday” es una ingeniosa aproximación a la forma de vida de las familias de dicha clase.