En nuestra más profunda intimidad todos hemos pensado en alguna ocasión escribir un diario personal. Muchos lo han llevado a cabo. En esas páginas muchos adolescentes vuelcan sus confesiones más secretas como método de desahogo. En torno a este concepto se construye “El diario secreto de Adrian Mole”, el primer libro de una serie que otorgó a Sue Townsend fama mundial. En él se abarcan quince meses de la vida de Adrian, quien narra sus angustias y alegrías, en las que cualquier joven lector puede sentirse identificado. Adrian se jura que nunca fumará ni beberá alcohol, odia sus granos, se indigna cuando lo ignoran, intenta despertar el artista que tiene dentro y tiene un amor que él cree no correspondido. Un aspecto interesante de la novela es que los pensamientos de Adrian no siempre son un reflejo de la realidad, pues cuando él cree que Pandora no le quiere, ésta le corresponde. Las reflexiones están complementadas con capítulos con más acción, aventuras cotidianas en forma de excursiones escolares. Todo ello con un tapiz de personajes secundarios que harán todavía más atractiva a esta genial obra.
“Dani y el cubo lleno de dinosaurios” es el primero de una serie protagonizada por este niño. El autor Ian Whybrow aporta la historia y un texto cálido, complementado a la perfección por los coloridos dibujos de Adrian Reynolds. La historia cuenta cómo Dani se encuentra en el desván de su abuela unos dinosaurios de juguete que habían sido almacenados mucho tiempo atrás. Dani los limpia y los cuida, y desde ese momento se hace amigo inseparable de estas peculiares mascotas. Los dinosaurios transmiten sensaciones a través de sus gestos, los cuales aparentemente sólo puede apreciar Dani. Esto establece un vínculo especial entre el niño y los juguetes, detalle que encantará a los pequeños lectores. Dani atraviesa momentos de verdadero pánico cuando pierde a los dinosaurios, los cuales transporta en un cubo. Finalmente, todo se resuelve satisfactoriamente y Dani hace todo lo posible por aprenderse los nombres de sus juguetes más queridos.