Quizá un género que se eche de menos en la literatura infantil y juvenil es el deportivo. Nos referimos a la narración de historias a través de jóvenes que quieren convertirse en deportistas, de forma realista, y sin dejar de lado los cambios de la adolescencia y los problemas más mundanos. Por mostrar todo ello, “Alex” se convirtió en un hito. La neozelandesa Tessa Duder se valió de su propia experiencia en los Juegos de la Commonwealth y de la competitividad en el deporte para crear su más célebre personaje. Alejandra Archer se desvive por la natación para poder representar a su país en los Juegos Olímpicos. Su rival, Maggie, no le pondrá las cosas nada fáciles. Pronto, la piscina se convertirá en la nueva casa de Alex, y se dará cuenta que su obsesión por el deporte no puede ser bueno. Al tiempo, experimentará cambios y otros problemas de la adolescencia, con altas dosis de estrés en todos los sentidos. Alex añora tener una vida normal. Además, esta novela es una crítica al alto rendimiento en el deporte. Esencial por su escenario realista y apasionante.
Los niños en ocasiones crean un mundo nacido de su imaginación para evadirse de los problemas. De hecho, la mayoría de veces no son siquiera conscientes de los susodichos problemas. En “La isla en la calle del Pájaro”, Uri Orlev nos ofrece su visión de la Segunda Guerra Mundial a través de la mirada de un niño judío que sobrevive escondido en el gueto de Varsovia. Alex está desconcertado, puesto que su madre ha desaparecido y su padre ha sido capturado por los alemanes. La única compañía de Alex es un pequeño ratón blanco al que llama Nieve. Alex es una suerte de aventurero moderno. Aunque no comprende la situación ni la magnitud de la guerra, se construye un refugio en la calle del Pájaro al que llama su “isla”. Alex inspeccionará atentamente el barrio y otras zonas de Varsovia, y ayudará cuanto pueda a los que lo necesiten. Siempre volviendo a su refugio a esperar a su familia. Orlev sabe transmitir a la perfección las sensaciones de la guerra, el suspense y desatar la adrenalina cuando es necesario. Una bonita novela que aboga por la inocencia en los peores momentos para la humanidad.
La novela “Ede y Unku” es todo un clásico alemán del periodo de la República de Weimar. Ede es un niño de clase trabajadora y Unku una niña gitana. Ambos están acostumbrados a una vida de sacrificio, pues el primero sufre el desempleo de su padre y la segunda debe hacer frente a una subsistencia en una caravana. Juntos interactuarán con personajes de todo tipo, unos más pobres y otros más ricos. No obstante, su espíritu solidario y su ímpetu por mejorar la situación social logran impregnar de esperanza al lector. El contexto es uno de los períodos más significativos en la historia de Alemania, todavía muy reciente. Una época de revueltas sociales y de penuria social. La obra, sin embargo, es abordada con realismo y, dado que los protagonistas son niños, no faltan tampoco los pasajes divertidos y humorísticos. Un imprescindible de la literatura alemana del periodo de entreguerras, basado en las propias vivencias de la autora Alex Wedding.