Existe en Italia el denominado Premio Andersen (no confundir con el celebérrimo galardón bienal), otorgado por la revista homónima año tras año al mejor autor juvenil. En 1994 dicho reconocimiento se lo llevó “Salto al Otro Mundo”, de Bruno Tognolini, uno de los mejores novelistas adolescentes de las últimas décadas. El autor aúna a la perfección esa ambigüedad entre fantasía y realidad, tan presente en la mente de cualquier joven. Como una oda a la imaginación, nos presenta una pandilla de muchachos (Ce, Alemagna, Martino, Francesca y Dos) que deben rescatar a su colega Buio del “Otro Mundo”, una especie de universo paralelo fruto de sus ensoñaciones. Quizá parezca una historia de locura pero, nada más lejos de la realidad, Tognolini nos ejemplifica cómo en nuestro día a día todos nos sumergimos en momentos para evadir la cotidianeidad. Cada uno construye su propio mundo, y eso es lo que descubrirán, progresivamente y uno a uno, todos los protagonistas de la fabulosa “Salto al Otro Mundo”.