“Julie y los lobos” explora la dificultad que tiene la gente que vive en ambientes naturales para adaptarse a la realidad social en general, y a la vida urbana en particular. La protagonista, Julie, tiene trece años y se ha quedado sin madre. Además, su padre desaparece tras acudir a una cacería. Julie es esquimal y se siente sola, y necesita a su única amiga, Amy. El problema es que Amy vive en San Francisco, muy lejos del frío Ártico donde Julie reside. Aun así, Julie sabe que es una cuestión de todo o nada, y decide enrolarse en un buque hacia California. Julie se pierde y debe sobrevivir en plena tundra, haciéndose amiga de una manada de lobos y usando los conocimientos que aprendió de su padre. Nuestra heroica protagonista se debate entonces entre las dos culturas, pues sabe que los lobos están bajo amenaza e, indirectamente, el estilo de vida inuit también está en peligro. Julie empleará sus reflexiones para convencer al lector de la importancia de respetar la naturaleza y de permitir la comunicación entre culturas. Comprender a los demás, por tanto, es el primer paso para comprendernos a nosotros mismos.
Scott O’Dell dejó por un momento su vocación por la literatura infantil para escribir una novela dirigida al público adolescente. “La isla de los delfines azules” es un relato inspirado en un caso real de una niña que fue abandonada en una isla cerca de California y la cual sobrevivió allí durante dieciocho años. En la novela, la niña se llama Karana y la isla tiene forma de pez. También se produce un conflicto entre unos visitantes rusos que quieren explotar los recursos de la isla y los nativos. Karana se mantiene ajena a la trifulca y se dedica a construirse un refugio, fabricarse armas y ropa, y recolectar alimentos. O’Dell supo dotar a la historia de un final más feliz que el real, puesto que Karana sobrevive gracias al propio conocimiento del entorno. “La isla de los delfines azules” es un libro más que recomendable para aquellos amantes de las aventuras isleñas, como por ejemplo “Robinson Crusoe”, y en el que la protagonista de menor edad dota de más encanto si cabe a la historia. Además, fue premiado con la prestigiosa Medalla Newbery en 1961.