Las maravillosas historias donde un niño y un perro se hacen amigos inolvidables están muy bien representadas en la literatura infantil. No obstante, uno de los mayores clásicos de este peculiar género es la serie “Henry y Mudge”. Henry no tiene amigos ni hermanos con los que compartir experiencias, y anhela una compañía con la que disfrutar de sus aventuras. Sus padres le regalan un perro, que desde bien cachorro crece al lado de Henry y acentúa el vínculo que ambos establecen. Mudge pasa a ser su amigo y hermano, y la saga de libros relatará las aventuras de estos dos inseparables compañeros. La primera de ellas cuenta la desesperación que Henry sufre cuando Mudge se pierde. En este sentido el trabajo de Cynthia Rylant es sobresaliente, con una prosa infantil pero a la vez profunda y creíble. Los dibujos de Suçie Stevenson también juegan en esta línea y casan a la perfección con el carácter de este enternecedor relato.
Que la unión hace la fuerza, es algo que todos sabemos o que nos han intentado inculcar a lo largo de nuestra vida. Que la familia es lo primero, también. Y que hay que luchar para seguir adelante en los momentos más difíciles, sobra decirlo. Estos son los pilares de la serie de novelas “Homecoming”, de Cynthia Voigt, que se inicia con “La familia Tillerman busca hogar”. Dicey Tillerman tiene trece años y repentinamente se queda a cargo de sus tres hermanos pequeños, James, Sammy y Maybeth. Su madre los ha abandonado y ahora sólo queda sobrevivir. Para ello, los cuatro hermanos emprenden un largo viaje para reunirse con una tía que debería acogerlos. Sin embargo, la decepción se multiplica cuando descubren que dicha tía estaba muerta hace años. Sin embargo, su prima sí que tiene intención de ayudarlos. Más adelante pueden reunirse con su abuela, y Dicey trabaja duro para demostrar que merecen ser acogidos. A pesar de lo agridulce de la temática, Voigt sabe narrar la historia con dosis de humor y esperanza.
Si te gustan las historias ambientadas en la Inglaterra de siglos previos, “El fardo de lana” es un buen ejemplo. Centrada a finales del siglo XV, en la época de los Tudor, esta novela de Cynthia Harnett describe el mundo del comercio de la lana y es un vivo relato de las diferencias sociales de la época. El protagonista es Nicholas Fetterlock, hijo de un mercader de lana y con cierta vena de comerciante. Esta vena le hace sospechar que los mercaderes florentinos juegan sucio con los mercaderes ingleses. Su padre, no obstante, sólo se preocupa de que el hijo se junte con una hija de un fabricante de paños. Al crecer, Nicholas, junto a Cecily y Hal, se enfrentan a los representantes de los florentinos en su defensa del comercio del paño inglés. Aunque a priori no asemeje una trama intrigante, en ciertas fases se alcanzan dosis de misterio que, unidas a la representación del final de la Inglaterra medieval, convierten a “El fardo de lana” en un relato imprescindible de la novela histórica juvenil.