La adolescencia pueden verse súbitamente interrumpidas por un embarazo no deseado. Este acontecimiento altera la vida de cualquier persona para siempre. Una juventud privada de amistades, momentos felices y diversión condiciona la existencia de cualquiera, y por ello se hace necesario concienciar a los adolescentes. “Querido nadie” trata este escabroso tema de forma muy hábil, prueba de ello es la Medalla Carnegie que Berlie Doherty recibió en 1991. Helen y Chris están muy enamorados, disfrutan la intensidad de la primera relación con pasión y alegría. No obstante, ésta se trunca y ambos madurarán fortuitamente para afrontar la maternidad y la paternidad. Helen se aísla y escribe cartas para su futuro hijo, y Chris no sabe cómo actuar de forma correcta. Cuando dan la noticia, la familia ofrece todo su apoyo y comprensión, como debe suceder. La vida es así y todos somos responsables de nuestros actos. Esta lección nos la enseña “Querido nadie” a través de un argumento que calará hondo en cualquier adolescente y lo pondrá alerta.
“Sopa de calabaza” es un relato escrito por Helen Cooper que muestra valores sobre la amistad y el compañerismo, y cómo esto se puede quebrantar por culpa de las envidias y las vanidades. Los protagonistas son un gato, un pato y una ardilla. Los tres viven juntos y se complementan. A los tres animales les apasiona la música, y forman un grupo en el que cada uno toca un instrumento diferente. Por otro lado, para comer, suelen preparar sopa de calabaza y cada uno tiene un cometido diferente en la cocina. Todo va sobre ruedas hasta que Pato se enfada y quiere estar por encima de los demás. Tras discutir, se escapa de casa. Gato y Ardilla esperan su regreso pero esto no sucede. Finalmente, preocupados, van en rescate de Pato y al cesar su búsqueda entonces éste aparece de nuevo en casa. El cabreo de Pato ha pasado, pero insiste en que quiere cambiar los roles en los instrumentos del grupo. Cuando los tres vuelven a llevarse de maravilla la historia transmite la importancia de superar las diferencias entre personas para tener una buena relación, y como esto es el primer paso para una longeva amistad. Además del texto, Cooper supo complementarlo a la maravilla con sus ilustraciones, y por ello “Sopa de calabaza” fue premiado en 1998 con la Medalla Kate Greenaway.
Los cuentos de “Yo soy el oso” se inician con esta primera entrega en la que se nos presenta a los tres protagonistas: el niño, el perro y el oso de peluche Fred. Este último es tirado a la basura por el perro, y el niño mueve cielo y tierra en búsqueda de su querido peluche. Al final, logran encontrarlo en el vertedero. Aunque parece que Fred inicialmente se enfade y que la relación se deteriore, más adelante siguen compartiendo todos vivencias y la historia te deja un buen sabor de boca. Todo aderezado por las rimas, muy fáciles de aprender, de Sarah Hayes, y las cálidas y reflexivas ilustraciones de la célebre Helen Craig. Sus dibujos suelen incluir bocadillos en los que vemos qué piensa cada uno de los personajes. Se trata de una historia infantil estándar de las que suelen gustar a todos y una de las tantas que tienen como protagonista a un osito de peluche.
La serie de libros de Hairy Maclary es un clásico de la literatura infantil de Nueva Zelanda. En ellos se muestran inconfundibles escenarios de este maravilloso país, del cual Lynley Dodd resulta uno de sus mejores exponentes. Esta autora estaba obsesionada con los perros, y por ello decidió dedicarles toda una saga de libros. Igual que otros cuentos suelen mostrar a niños como protagonistas, en este caso personajes caninos de todo tipo pueblan las páginas. Por lo tanto, se trata de un mundo más loco, más anárquico, más alborotado. Esto le encantará al público infantil, al tiempo que les entrará ganas de tener una mascota y cuidarla. Las tramas son cotidianas, respecto a lo que a un perro se refiere: la maravilla de comer carne, portarse mal en el veterinario, robar huesos, llevarse mal con los gatos, etc. Se trata de un imprescindible de cualquier guardería, lo cual también indica la valía de sus ilustraciones al tiempo que de su texto rítmico. En los libros de Hairy Maclary no hay lugar para los malos momentos, todo es caos y felicidad.
La historia de “Angelina bailarina” se centra en la búsqueda de los sueños. Se puede ver como un paralelismo en cuento infantil de la película “Billy Elliot”. La protagonista es una ratoncilla llamada Angelina, que sueña con convertirse en bailarina de ballet. Por las noches sueña que es una bailarina y durante el día a cada momento está practicando. Los padres, aunque reacios al principio a darle ese capricho a su hijo, entienden que pueden hacerla feliz con el baile. Por ello le compran un tutú y la apuntan a dar clases. Allí Angelina hace nuevas amigas, pero también enemigas, y aprende mucho de su querida profesora Lilly. En cierto modo, el libro también presenta el problema de sentirse acomplejado ante un reto por las características físicas de uno. Angelina es pequeña, es un ratón, y aun así demuestra que puede ser una de las mejores bailarinas de su academia. Esta genial historia de Katharine Holabird estimula a los niños a perseguir lo que quieren con énfasis, y a buscarse retos para seguir adelante.
Los cuentos de Leo y Popi discurren a través de situaciones cotidianas que para el protagonista suponen pequeñas aventuras. Leo es un niño que tiene un mono de peluche llamado Popi. Como todo peluche, Popi carece de movimiento alguno, pero ante el lector se muestra como un mono real a causa de que cobra vida gracias a la imaginación de Leo. Esta serie de cuentos ha acompañado a niños de todo el mundo durante décadas, especialmente en Francia e Inglaterra. Helen Oxenbury es la encargada de ilustrar con sus característicos tonos pastel y la ausencia de fondo, lo que hace que los detalles sean más vívidos. El principal mensaje es cómo la imaginación de un niño puede llevarle a creer cosas que no son reales como ciertas, y lo feliz que puede ser gracias a ello. Todo ello derrochando inocencia y calidez, y un lector infantil verá a Popi como un amigo suyo más. Todo un clásico de los cuentos infantiles de niños y peluches.
“Los osos en la montaña de Hemlock” es un clásico de la trinitense Alice Dalgliesh. En esta novela se exploran las convicciones de un joven y cómo trata de defender sus ideas fervientemente. El protagonista, Jonathan, piensa que hay osos que habitan la montaña de Hemlock. No obstante, su idea choca con la de todos los adultos que conoce, pues éstos niegan la existencia de estos animales en el monte. En un momento dado, Jonathan debe adentrarse en Hemlock para hacer un recado. Al principio Jonathan se dará cuenta de que la montaña es más bien una colina y que en ello había exagerado. Y no ve osos por ninguna parte, aunque sí otros animales como ardillas con las que interactúa. A Jonathan se le hace casi de noche cuando tiene que volver a casa, y entonces se percata de sombras que realmente son osos. Los adultos finalmente deberán aceptar que sí que hay osos en Hemlock y Jonathan se sentirá como un héroe. Dalgliesh incide en el choque de mentalidades y opiniones entre niños y adultos, combinando dramatismo y diversión.
La novela de Kate Douglas Wiggin “Rebeca, la de la granja Sunnybrook”, es un paradigma de superación y de madurez para el género femenino. La protagonista, Rebeca, abandona la granja familiar en la que vive con su madre y sus hermanos con tan sólo 10 años para vivir con sus tías mayores, Jane y Miranda. El cambio impacta en Rebeca, la cual se siente insegura. Las dificultades se presentan a medida que Rebeca aprende a valerse por sí misma y a llevarse bien con sus dos tías. Su inteligencia y validez se demuestran cuando consigue que sus tías ahorren dinero a su cargo. A medida que pasa el tiempo, a Rebeca le van mejor las cosas. Esto intenta transmitir el libro, que con esfuerzo y dedicación tendremos nuestra recompensa. La historia tiene tanto dosis de humor, como suficientes dosis de drama, lo cual la hace muy atractiva pese a ser escrita hace más de un siglo. Rebeca es una referencia incluso para las chicas actuales.