Cuando por accidente Mary y Peter acaban solos en pleno desierto australiano, en la zona norte, no saben que están condenados a vivir una aventura llena de situaciones duras e inclemencias, pero que al mismo tiempo les hará madurar y a mejorar como personas. En “Walkabout”, estos dos hermanos protagonizan junto a un joven aborigen un relato en el que se nos inculcan valores de respeto por otras culturas, de supresión de los prejuicios y de amor por el prójimo. Los tres vagan por regiones inhóspitas, los hermanos porque han sobrevivido a un accidente de avión y deben llegar a Adelaida, donde vive su tío; y el aborigen porque se somete a una prueba ritual para demostrar que ha pasado de ser un niño a todo un hombre. Al fin y al cabo, todos acabarán aprendiendo de esta dura pero bonita experiencia, como sucede con todo momento que te marca en la vida.
Uno de los poetas más celebrados de siempre en Jamaica es James Berry. Este autor, conocido por sus versos, representa a la perfección la cultura de su país. En “Anancy Spiderman” Berry hizo una incursión en la literatura infantil pero sin perder de vista esa labor como altavoz del folclore jamaicano. Y es que el libro es una compilación de tradiciones orales que el propio autor recordaba de su infancia. Su magnífico estilo transmite la frescura del relato contado a viva voz, y además respeta los datos originales. Anancy es una araña persuasiva que, junto a sus enemigos, protagoniza historietas de estos seres a veces retratados como malévolos. Desde luego que son un tipo de fábula nada al uso que dejan en el lector una sensación de realismo y misterio sin parangón. El texto contiene referencias históricas, geográficas, culinarias y del estilo de vida de los jamaicanos; y está aderezado con estribillos y partes más musicales. Y por él desfilan criaturas variopintas como monos, tigres, brujas y chamanes, guiño a su vez a la influencia de África a la hora de moldear la cultura de Jamaica. Cultura que para esta isla del Caribe nunca estuvo mejor representada que con James Berry.
Las novelas deportivas tienen entre el público joven uno de los sectores más fieles. Así lo demostró, una vez más, el australiano james Moloney con su saga centrada en el atleta Gracey. El primer libro, “El joven Dougy”, recibe el nombre del hermano adolescente de Gracey. Por un lado, Dougy siente verdadera admiración por su hermano mayor y por los éxitos que cosecha. Por otro lado, esto supone una losa para su motivación y se considera a sí mismo un fracasado. Los dos hermanos son aborígenes, hecho que le abrirá puertas a Dougy además de su elevada estatura. Los éxitos de Gracey incrementan el reconocimiento del pueblo aborigen en Australia, pero por otro lado reavivan las tensiones raciales. De hecho, su devenir es sólo una excusa para mostrar un trasfondo de violencia e injusticia. Dougy encontrará su sitio en el mundo pero antes deberá sufrir. Como podemos ver, valores de igualdad, solidaridad y esfuerzo son transmitidos a través de esta excepcional historia que emplea el atletismo como excusa.
James Thurber es todo un maestro de la escritura original, irónica y musical. De esta forma, “Los trece relojes” transforma un cuento de lo más trillado en una experiencia totalmente novedosa y cautivadora. Es una historia de corte medieval cargada de elementos que aportan excentrididad y humor. El duque del Ataúd tiene secuestrada en su castillo a la princesa Saralinda, prometida con el príncipe Zorn. Éste elucubra una forma de rescatarla, disfrazándose y tratando de hacer frente a las locuras del duque. Y es que éste se piensa que es el dueño del tiempo por el hecho de tener trece relojes estropeados a las cino menos diez. Sus enajenaciones mentales le llevan también a matar a los sirvientes en función de la letra por la que comienza su nombre. Es así como el príncipe urde un plan para rescatar a Saralinda. Las pruebas que el duque convoca para retar a sus siervos son graciosas e inverosímiles a partes iguales, y el deseado final mantendrá a los lectores pegados a las páginas de este excepcional relato.
El inglés James Watson efectúa en “Palabras a media voz” una denuncia velada del Chile de Pinochet en particular, y de cualquier país donde exista represión en general. Todo lo hace a través de Andrés, un chico cuyo padre es llevado a la fuerza por los militares chilenos. La vida de Andrés pasa de la aparente normalidad a la pesadilla, llegando al clímax cuando es enviado a una casa de torturas. Andrés lo pasa realmente mal, pero su espíritu por alcanzar la justicia es infatigable. Watson escribió una oda a los Derechos Humanos, Civiles y Sociales. La calidad de la obra incrementa notablemente con el marco de una ficción histórica, y con el estilo del autor que destila elementos de guion, periodismo y locutor de radio. En definitiva, ésta es una obra que cualquier adolescente inquieto por la búsqueda de la justicia debe visitar tarde o temprano.
Jack Prelutsky es uno de los máximos exponentes de la poesía infantil a nivel mundial. Este estadounidense se ha caracterizado siempre por saber dirigirse a los niños sin perder calidad en sus versos, tarea en absoluto sencilla. “El chico nuevo del edificio” es una muestra de ello. En esta obra se recogen más de cien poesías en las que situaciones cotidianas están bañadas con la aparición de criaturas extrañas y personajes de extravagancia considerable. Prelutsky siempre ha hecho guiños al humor absurdo, y en “El chico nuevo del edificio” no iba a ser menos. Las estrofas se complementan con los dibujos de James Stevenson, eterno colaborador del The New Yorker. Cualquier pequeño lector se deleitará con las imaginativas combinaciones que Prelutsky ofrece, y el estímulo de su propia creatividad incrementará dicho divertimento. Una obra imprescindible de las rimas para niños de la mano del primer Poeta Infantil Laureado en Estados Unidos.
Que la unión hace la fuerza, es algo que todos sabemos o que nos han intentado inculcar a lo largo de nuestra vida. Que la familia es lo primero, también. Y que hay que luchar para seguir adelante en los momentos más difíciles, sobra decirlo. Estos son los pilares de la serie de novelas “Homecoming”, de Cynthia Voigt, que se inicia con “La familia Tillerman busca hogar”. Dicey Tillerman tiene trece años y repentinamente se queda a cargo de sus tres hermanos pequeños, James, Sammy y Maybeth. Su madre los ha abandonado y ahora sólo queda sobrevivir. Para ello, los cuatro hermanos emprenden un largo viaje para reunirse con una tía que debería acogerlos. Sin embargo, la decepción se multiplica cuando descubren que dicha tía estaba muerta hace años. Sin embargo, su prima sí que tiene intención de ayudarlos. Más adelante pueden reunirse con su abuela, y Dicey trabaja duro para demostrar que merecen ser acogidos. A pesar de lo agridulce de la temática, Voigt sabe narrar la historia con dosis de humor y esperanza.
“¡La señorita Nelson ha desaparecido!” es sólo uno de los tantos libros infantiles que ha dado de sí el tándem formado por el autor Harry Allard y el ilustrador James Marshall. A su vez, este libro pertenece a una exitosa saga en la que los niños podrán contemplarse a sí mismo en su forma de interpretar y ver el la escuela. Todos hemos iniciado un nuevo curso académico con excitación por ver si nos habrán cambiado de aula, de compañeros o de profesores. Este sentimiento es magníficamente plasmado en este cuento. Además, instruye a los niños en el buen comportamiento en clase. A menudo sucede que los profesores más benévolos con sus alumnos no tienen la respuesta que se merecen por parte de sus pupilos. Por otro lado, un maestro estricto genera el miedo entre los alumnos y éstos lo respetan. El profesor amable está representado por la señorita Nelson, mientras que el ejemplo de maestro mezquino se personifica en la señorita Viola Swamp. Finalmente se descubre que ambas son la misma persona, y los niños han aprendido la lección y valorarán lo que tienen, es decir: el buen hacer de la señorita Nelson.
¿Quién no conoce a Peter Pan actualmente? Aunque este es el título original de uno de los libros que James Matthew Barrie creó de este célebre personaje, dentro se encuentra la historia más conocida del mismo, famosa por la adaptación de Disney. Peter Pan representa la alegría del ser niño, la lucha contra la madurez del espíritu. Todos recordamos a personajes como Wendy, Campanilla o el malvado Capitán Garfio. En este libro están recogidos todos ellos. La historia también es bien conocida por su optimismo y por las ganas de demostrarle al mundo que no se está nada mal siendo pequeño. De esta manera se pretende contrastar cómo las personas nos agobiamos ante el hecho de madurar, ante el paso del tiempo, ante la muerte. Y es que, ¿quién no querría vivir para siempre en el País de Nunca Jamás? Se trata de un relato imprescindible, en cualquiera de sus versiones. Como siempre, se recomienda acudir a la obra original, en este caso este maravilloso libro.