Zazie Lalochère es una niña que viaja a París para pasar unos días con su tío, el cual trabaja en un local nocturno. La pequeña es enviada a la capital desde su casa en el campo, donde su madre quiere estar a solas un tiempo. A pesar de que tanto el tío como la madre creen tener controlada a Zazie, ésta se zafa de sus cuidados y se dispone a vivir aventuras por la capital francesa. Zazie conoce a muchos personajes exuberantes, sube a taxis y conoce de primera mano cómo viven los adultos. El relato de Raymond Queneau no es una simple historia cargada de detalles curiosos, sino que también trata detalles controvertidos y, en el fondo, habla de la madurez. Al margen del contenido, “Zazie en el metro” gozó de tremendo éxito comercial en su publicación, triunfo debido en parte al uso de argots y de lenguaje coloquial en vez del rígido francés estándar. De este cuento se efectuó una adaptación al cine en 1960, hecho que también le devolvió parte del éxito inicial. Desde entonces, este libro es un paradigma de los dobles sentidos y los juegos de palabras.