“Oro en polvo” da lecciones a los adolescentes, dueños de su futuro, y a los padres de los mismos. La autora inglesa Geraldine McCaughrean emplea a menudo en su obra este recurso, el de aleccionar a los adultos para que los jóvenes lectores no cometan los mismos errores que sus mayores. En este caso nos traslada a un pequeño poblado de Brasil, en el cual surge una repentina fiebre del oro a causa de que los niños protagonistas, Maro e Inez, cavasen un agujero cerca de la tienda de su padre. La fiebre desatada es una metáfora de la codicia del ser humano, y además de las peleas entre avariciosos la tranquilidad del pueblo se ve afectada. Premio Infantil Whitbread en 1994, esta genial novela también inculca valores positivos, como el del esfuerzo. Y es que el trabajo constante tarde o temprano da sus frutos, mientras que uno no puede pretender hacerse rico sin ningún motivo y de la noche a la mañana.
La Medalla Carnegie de 1988 recayó en “Un montón de mentiras”, un extravagante relato a cargo de Geraldine McCaughrean. Ailsa es una chica que regenta una tienda de antigüedades junto a su madre. La cotidianeidad de Ailsa se ve interrumpida por la aparición de un extraño joven que se hace llamar MCC Berkshire. Este chico se encuentra en paro y demanda un puesto en la tienda de Ailsa. Este misterioso joven es tremendamente eficiente en la venta de objetos, y su técnica se basa en aderezar cada explicación con un cuento. Los clientes rara vez se resisten a las historietas de MCC Berkshire y los ingresos aumentan para Ailsa y su familia. Sin embargo, ésta no está del todo tranquila. Las narraciones están cargadas de fantasía y detalles muy diversos, captando la atención del lector a más no poder. En realidad, es como una antología de cuentos con un hilo conductor muy buen llevado. Historias con su aprendizaje inherente de lo más atractivas.