La Medalla Carnegie de 1999 premió a Aidan Chambers y su profundidad a la hora de ofrecernos relatos que, por la pasión con que están escritos, beben de la propia experiencia del autor. Y es que Chambers, antes de dedicarse a la literatura, fue monje y maestro. “Postales desde tierra de nadie” se construye a través de dos tramas argumentales que poco a poco van convergiendo. Por un lado, el protagonista es Jacob, adolescente que decide indagar en el pasado de su abuelo visitando los Países Bajos y a una señora mayor llamada Geertrui que conoció a su ascendiente. Por otro lado, Geertrui es la protagonista y la narración se sitúa décadas atrás. La novela permite reflexionar sobre aspectos de la sociedad que se dan por sentados, como la aparente libertad que resulta no ser tanta porque hay aspectos mal vistos por los demás. Y otros temas controvertidos como la ambigüedad moral, la condición sexual, el adulterio y la eutanasia. Como vemos, “Postales desde tierra de nadie” alberga todos los ingredientes para justificar la aclamación y galardondes recibidos.