A lo largo de la historia los profesores se han calentado la cabeza para conectar con sus alumnos y así canalizar el conocimiento que quieren transmitir. Es una tarea complicada, puesto que las asignaturas a veces no acompañan. En otras ocasiones, algo apasionante puede tornarse aburrido por culpa de un maestro adecuado. Estos temas son los que Humphrey Carpenter trata en esta obra. Míster Majeika es un profesor mago, a ratos inepto, que aterriza con su alfombra mágica en una escuela primaria para dar las clases a su estilo. El señor Majeika hace la magia su principal baluarte para enseñar, y el resto de profesores empezarán a sospechar que algo extraño sucede en el colegio. Al mismo tiempo, Míster Majeika se empieza a meter en apuros cuando aplica hechizos que luego no sabe deshacer. Aunque los profesores estén en su contra, a lo largo de la serie de libros los propios alumnos son los que defenderán la figura de su querido profesor. La magia aporta ese toque intrigante y humorístico tan necesario en cualquier texto para niños.
La tradición oral puede reinterpretarse y adaptarse para crear obras infantiles contemporáneas y con elementos que doten de valor añadido a la historia original. Algo semejante es lo que sucede con “Señor Zorro”. El neozelandés Gavin Bishop escogió una fábula del folclore de Massachusetts, la adaptó y le añadió ilustraciones atractivas y cautivadoras. En este libro infantil se cuenta el daño que puede hacer un comportamiento mezquino en el resto de la sociedad. El Zorro protagonista es avaricioso y codicioso, y el rechazo por parte de los demás retroalimenta su odio y su mal comportamiento. El Señor Zorro roba sin escrúpulos, apresa animales y atemoriza a cualquiera que le haga la contraria. “Señor Zorro” podía definirse como un tipo de fábula moderna aderezada con ilustraciones que recrean lugares de Nueva Zelanda y cuyo mensaje no puede ser más directo. Como valor adicional, cabe destacar que “Señor Zorro” recibió el Premio al Libro Infantil del Año en Nueva Zelanda, en 1983.
El señor Bowditch al que hace referencia el título de la novela es, ni más ni menos, que Nathaniel Bowditch, célebre matemático y navegante. Este emprendedor de los siglos XVIII y XIX es conocido como uno de los padres de la navegación actual. Bowditch es precisamente el protagonista de la novela, pues el autor Jean Lee Latham acostumbrada a integrar personajes históricos en sus relatos. “Siga, señor Bowditch” cuenta ni más ni menos que la vida de esta figura esencial de la navegación a modo de cuento juvenil. Y es que la vida de Bowditch fue intensa y llena de obstáculos. Desde pequeño quiso estudiar matemáticas pero no pudo porque su familia nunca atravesó buenos momentos económicos. Para conseguirlo fue autodidacta y trabajó durante años como contable. Cuando aprendió matemáticas, Bowditch empezó a revisar y corregir cartas de navegación, y acabó exponiendo sus pensamientos en su obra “The New American Practical Navigator”. Esta novela es un perfecto ejemplo de ficción histórica y biográfica, y además se adentra en las vivencias de una figura digna de admirar.