Una de las novelas más leídas en las escuelas, o recomendadas, es “El principito”. La obra de Antoine de Saint-Exupéry ha trascendido por su genialidad a la hora de combinar reflexiones filosóficas, valores vitales, situaciones extravagantes, un texto atractivo y unas ilustraciones carismáticas. El principito, nuestro protagonista, viene de un pequeño asteroide, y está viajando por planetas que representan miserias de la condición humana. A través de ellos Saint-Exupéry critica la vanidad, el egoísmo, la lujuria o la codicia, por ejemplo. Incluso visita la Tierra, donde se hace amigo de un zorro. Sus giros inesperados provocan en el lector una sensación de necesidad de seguir leyendo, pues cualquier cosa puede suceder. Y, como trasfondo, temas para nada infantiles, ya que el principito representa los valores que todo niño debería aprender, y éstos se van desgranando a lo largo de la historia en pequeñas dosis. Un libro que probablemente es de los favoritos de la infancia de muchos lectores y que, de una forma u otra, siempre te acompañará. Y es que “El principito” te marca.
Ganadora de la Medalla Carnegie, “Truenos y cazas” es un relato de amistad y de cómo muchas veces personalidades diferentes forjan fuertes vínculos y se complementan. El estilo de Jan Mark es serio, pero a menudo salpica las conversaciones con momentos humorísticos que también marcarán al lector. Los protagonistas son Andrew y Victor. Andrew acaba de llegar a Norfolk, en Inglaterra, y quiere hacer amigos a toda costa. Victor, natural de Norfolk, no se siente feliz en casa y se vuelca en su pasión por los aviones militares. Pasión que, curiosamente, también tiene Andrew y que hará que ambos se conviertan en amigos inseparables. Las descripciones de los aviones son deliciosas, pero son un simple marco donde introducir temas como la alienación o la felicidad. Victor está decepcionado con el trato que sus padres le dan, y empieza a asumir que deberá ganarse la independencia para poder seguir adelante sin su apoyo. Victor sale airoso, y aprenderá a disfrutar de los buenos momentos pasados sin quitar la vista del frente. Una oda a la nostalgia que seguro calará en los jóvenes lectores.
Las historias de aventuras en alta mar son innumerables, sobre todo por la importancia de los barcos en una gran parte de la Historia. Sin embargo, no son tantas las novelas que se centran en el mundo de la aviación, básicamente por lo reciente de este medio de transporte. “Biggles: los aviones se acercan” es una de las primeras representantes del género. Y, a su vez, es la primera de casi un centenar de títulos que tienen por protagonista al comandante James Bigglesworth. Este piloto británico es todo un experto pese a su juventud. Por ello, es la envidia de sus compañeras a la vez que un ejemplo a seguir. Su talento para el pilotaje y su forma de ser lo convierten en un personaje muy carismático, aunque también tiene un punto muy débil: la bebida. Las historias de Biggles están parcialmente inspiradas en las del autor, W.E. Johns, piloto durante la Primera Guerra Mundial. Si te gustan las aventuras en el aire, la descripción de combates en las nubes y la intensidad de una contienda, las aventuras de Biggles te encantarán.