La literatura infantil en muchas ocasiones es objeto de crítica por mostrar de forma verdaderamente cruda una situación realista, sin tener en consideración al tipo de público que va dirigido. Cierto es que tampoco hay que dulcificar en exceso pero, como siempre, en el equilibrio está el éxito. Con esta fórmula es con la que el autor Christopher Paul Curtis ganó Medalla Newbery en el año 2000. “Me llamo Bud, no Buddy” tiene por protagonista a un huérfano llamado Bud. La forma de ser de Bud, el uso del sentido del humor sin desvirtuar el argumento, y el trato realista de un huérfano no mostrando pena o condescencia, hará que el lector disfrute de este estupendo relato como si fuese una novela de aventuras. La cantidad de información que esta obra contiene en sus páginas es admirable: retrato de la Gran Depresión, descripción de la vida en crisis, cultura del pueblo afroamericano, disección de la música jazz, denuncia del racismo, paisaje del interior de Estados Unidos… Todo, absolutamente todo, tiene cabida en esta oda a la libertad en la que Bud se escapa del orfanato para buscar a un padre que nunca llegó a conocer.
La Gran Depresión ha sido un periodo histórico que literatos, sobre todo estadounidenses, han estudiado para nutrir sus relatos. Fue una década cruda, posterior al Crack del 29, caracterizada por las hambrunas, la sequía y las migraciones en pos de un trabajo digno. A estos años nos transporta Karen Hesse en “Lejos del polvo”, libro vencedor de la Medalla Newbery en 1998. La protagonista es Billie Jo, hija de granjero, quien vive en Oklahoma en un invierno de difícil cosecha. El cuento se estructura a través de cartas que Billie Jo escribe a alguien que podría ser el propio lector, en verso. La crudeza del día a día se edulcora con ilusiones que llegan a la familia, como el nuevo embarazo de Ma o las ganas de Billie Jo de aprender a tocar el piano. A pesar de la lucha diaria, la desgracia se cierne sobre ellos y un incendio provoca quemaduras en ambas, falleciendo Ma y con ella el bebé. Billie Jo sobrevive pero el dolor le aleja de su padre, aunque el tiempo acaba curando su pesar y nuestra amada protagonista regresa a la granja para convivir con él y fuertemene salir adelante. Una historia de superación y de épocas pasadas terribles y difíciles que nos harán valorar el presente que tenemos.