En nuestra más profunda intimidad todos hemos pensado en alguna ocasión escribir un diario personal. Muchos lo han llevado a cabo. En esas páginas muchos adolescentes vuelcan sus confesiones más secretas como método de desahogo. En torno a este concepto se construye “El diario secreto de Adrian Mole”, el primer libro de una serie que otorgó a Sue Townsend fama mundial. En él se abarcan quince meses de la vida de Adrian, quien narra sus angustias y alegrías, en las que cualquier joven lector puede sentirse identificado. Adrian se jura que nunca fumará ni beberá alcohol, odia sus granos, se indigna cuando lo ignoran, intenta despertar el artista que tiene dentro y tiene un amor que él cree no correspondido. Un aspecto interesante de la novela es que los pensamientos de Adrian no siempre son un reflejo de la realidad, pues cuando él cree que Pandora no le quiere, ésta le corresponde. Las reflexiones están complementadas con capítulos con más acción, aventuras cotidianas en forma de excursiones escolares. Todo ello con un tapiz de personajes secundarios que harán todavía más atractiva a esta genial obra.
Los cuentos del escritor italiano Vamba siempre giraron en torno a la sátira y la desfiguración de la realidad. De hecho muchas historias nacidas en Italia tras su unificación muestran este sentir. En este caso, Juanito Torbellino (Gian Burrasca originalmente) nació como publicación para un periódico. El niño protagonista es criado en una familia de clase alta poblada de mujeres. Se trata del típico travieso que sin tener malas intenciones causa verdaderos desastres, cómicos a los ojos del lector. A pesar de ello, no dejas de sentir pena por Juanito porque te das cuenta que se encuentra más solo de lo que parece en su hogar. La presión sufrida por su entorno familiar y su rebeldía le ayudan a espabilar muy pronto, y de seguro se convertirá en un adolescente vivo y con inquietudes. De esta forma se nos muestra que no hay que sentirse mal durante la infancia, pues es el único momento de la vida donde se puede disfrutar sin tapujos ni prejuicios.