Al igual que sucede con “Ede y Unku”, la novela “Los niños del número 67” es otro clásico del periodo de entreguerras en Alemania. No obstante, éste es más ambicioso en su recorrido y hace una descripción de los primeros pasos de los nazis en la política del país. El título se debe a una pandilla de niños que son vecinos. Los protagonistas, y líderes de la banda, son Erwin y Paul. La situación de las familias de ambos es diferente, pero Erwin y Paul se unen para defenderlas y mostrar valores de solidaridad. Aunque la época nazi es una mancha en la historia de Alemania, antes del ascenso de éstos al poder la situación económica del país era desastrosa, consecuencia de la derrota en la Primera Guerra Mundial. Ése es el periodo donde se centra la historia. Se trata de una época de agitación en la que tu ideología te cambiaba la vida por completo, y prácticamente estabas obligado a posicionarte en un bando u otro. Amigos y familiares con frecuencia se enemistaban. A pesar de los amargos tragos del destino, al final del libro los niños del número 67 se reúnen en Suiza al final de la guerra y empiezan a propagar valores de libertad y respeto. Este retrato tan fresco de una época tan concreta nace precisamente de la experiencia del matrimonio Tetzner-Held, quienes tuvieron que huir de los nazis.
La novela “Ede y Unku” es todo un clásico alemán del periodo de la República de Weimar. Ede es un niño de clase trabajadora y Unku una niña gitana. Ambos están acostumbrados a una vida de sacrificio, pues el primero sufre el desempleo de su padre y la segunda debe hacer frente a una subsistencia en una caravana. Juntos interactuarán con personajes de todo tipo, unos más pobres y otros más ricos. No obstante, su espíritu solidario y su ímpetu por mejorar la situación social logran impregnar de esperanza al lector. El contexto es uno de los períodos más significativos en la historia de Alemania, todavía muy reciente. Una época de revueltas sociales y de penuria social. La obra, sin embargo, es abordada con realismo y, dado que los protagonistas son niños, no faltan tampoco los pasajes divertidos y humorísticos. Un imprescindible de la literatura alemana del periodo de entreguerras, basado en las propias vivencias de la autora Alex Wedding.