La literatura infantil a menudo se muestra esquiva con temáticas controvertidas y difíciles de abordar y explicar a un niño. Cuando un autor sabe hacerlo hábilmente enseguida se gana el respeto de sus compañeros y suele tener éxito editorial. Un paradigma de esta situación es “Amigos del otro lado”, que aborda el conflicto en la frontera entre Estados Unidos y Mexico. Una chica estadounidense de origen mexicano, Pritetita, conoce a un “espalda mojada” (término despectivo para los que han cruzado la frontera de forma ilegal) llamado Joaquín y fragua una profunda amistad con él. Que Joaquín sea un inmigrante ilegal no priva a Prietita de estimarlo por la persona que es, y lo defiende de los constantes ataques además de ocultarlo frente a la ley. La tensión que nos narra Gloria Anzaldúa todavía se mantiene en los tiempos que corren, y ella la critica mostrando valores de fraternidad, supervivencia y esperanza. Escrito a la vez en español e inglés, uno podrá apreciar el lenguaje de ambas culturas, diferentes y que deben convivir. Y, cómo no, las ilustraciones de Consuelo Méndez son toda una delicia.
Galardonada con el Premio al Mejor Libro para Jóvenes Adultos de la American Library Association, “Los amigos” retrata la vida de la comunidad afroamericana de Harlem, en Nueva York. Inspirado en las propias vivencias de su autora, Rosa Guy, este libro manifiesta las tensiones raciales intensificadas también por las diferencias entre clases. Phyllisia es una chica de raza negra perteneciente a una familia pobre. La protagonista es testigo de momentos duros como el asistir a clases pequeñas y mal acondicionadas, con un maestro blanco prejuicioso, e incluso ver a su propia madre morir de cáncer. Phyllisia madura a pasos agigantados, y encuentra ayuda y refugio en Edith, una muchacha que debe sacar adelante a su familia en una situación todavía más delicada que la de nuestra protagonista. Es así como Phyllisia se percata de lo dura que es la vida, y empieza a valorar los pequeños momentos. El estilo de Guy intercala la jerga más dura de Harlem con momentos más poéticos y reflexivos, convirtiendo a “Los amigos” en una lectura imprescindible.