Sonya Hartnett es el paradigma de escritora de literatura juvenil de Australia premiada y reconocida, además de admirada y exitosa comercialmente. La clave, como la de muchos escritores best-seller, es la narración de realidades con las que nos podemos identificar introduciendo algún elemento particularmente atractivo. Pero se torna esencial el que el lector se vea reflejado en los personajes del cuento. Así sucede con “Hijo del jueves”, título que esta novela debe a Tin, niño que nace ese día de la semana y que dará muchos quebraderos de cabeza a su familia en general y particularmente a su hermana Harper Flute. La época a la que Hartnett nos transporta es la Gran Depresión de los años 30, y como ésta se vivió en el medio rural australiano en el seno de familias pobres agrícolas. Tin sobrevive a una avalancha de barro pero tras ello se obsesiona con lo subterráneo, y empezará a construir túneles bajo su casa y a habitarlos. Su fascinación se intensifica y Tin crea un laberinto que será su hogar, y del cual nunca jamás saldrá salvo para saludar muy esporádicamente a su hermana. La forma en que esto se entrelaza con las penurias y otros sucesos realistas permitieron a Hartnett obtener el Guardian Children’s Fiction Prize y más adelante el Astrid Lindgren Memorial Award.
“Una noche de nieve” es la primera entrega de una serie de libros escritos por Nick Butterworth y que tienen como protagonista a Percy, el guardián de un parque. Sus relatos son divertidos pero al mismo tiempo conmovedores, rasgos que marcan mucho a los pequeños lectores. Percy vive solo en una cabaña y durante el día se dedica al cuidado de un parque. Se conforma con una vida sencilla y disfruta los pequeños placeres cuando se retira a descansar a su hogar. Percy es amigo de los animales que viven en el parque, y se convierte poco a poco como en un padre para ellos porque los cuida y además los ayuda a salir de situaciones difíciles. Estas situaciones no son tristes, en absoluto, y de hecho arrancarán más de una carcajada. El momento cumbre llega cuando Percy enferma y los animales se conjuran para hacerse cargo del parque y restaurar la salud de su querido compañero. Erizos, conejos, patos y tejones entre otros pondrán de su parte para devolverle el favor. Como vemos, es una historia en la que se acentúan los valores de amistad y compañerismo, y la reciprocidad que debe de haber en estos casos.
La novela que tiene por protagonista a Holden Caufield es probablemente una de las más polémicas de la segunda mitad del siglo XX. El escritor, J.D. Salinger, se sirvió de sus memorias en la Guerra Mundial para deshumanizar a un adolescente. El debate se abre porque Holden es un adolescente y a través de sus vivencias y pensamientos muchos jóvenes se pueden sentir identificados. Holden busca madurar pero se siente un amargado, piensa que nada tiene sentido. Las sensaciones de desasosiego que una persona adulta y deprimida transmite son las que evoca Holden a lo largo de los capítulos del libro. “El guardián entre el centeno” también tiene otros focos de discusión por sus referencias sexuales y la jerga juvenil, aunque sus defensores argumentan el realismo del mismo. Mientras que el resto de novelas juveniles introducen a adolescentes como héroes, en ésta se ofrece una visión cruda de una de las etapas más difíciles y excitantes de la vida. Que cada persona interprete los valores de la forma que desee, pero lo que es indiscutible es que uno de los libros más trascendentales del siglo XX.