¿Quién no ha oído nunca hablar de las historias del Rey Arturo? A caballo entre la realidad y la ficción, estas leyendas medievales ambientadas en Inglaterra son posiblemente una de las fuentes de fantasía más importantes de la cultura occidental. Como todo relato folclórico, se constituyó originalmente con la tradición oral y con escritos dispersos, en este caso siendo principalmente la obra de sir Thomas Malory. El genial cuentista Roger Lancelyn Green elaboró una obra unificada y adaptada a un público más infantil, la cual publicó en 1953. El resultado es este “El rey Arturo y sus caballeros de la Tabla Redonda”, de tremendo éxito comercial. En ella se cuenta cómo un niño fruto de un rey y una vasalla es secuestrado y protegido por el mago Merlín. Más adelante, cuando el rey muere y el caos se apodera de Inglaterra, Merlín diseña una treta para conseguir alzar a Arturo como rey de Inglaterra. Y dicha artimaña no es ni más ni menos que la famosa espada en la piedra que el propio Arturo conseguirá extraer y lo proclamará rey.
Al igual que sucedía con “Foxie”, “Roule Galette” también proviene de la tradición oral de Europa del Este. El cuento original, de origen ruso, se llama “Kolobok”. En este caso es adaptado por Natha Caputo para la colección francesa de Père Castor. El cuento muestra una torta que empieza a rodar por el campo después de que una mujer se la haya preparado a su marido. La torta vive un verdadero viaje donde se encuentra con todo tipo de animales, la mayoría de los cuales quiere comerla. Se trata de una torta humanizada, la cual se comunica y al tiempo que rueda va cantando, dejando a todos con la miel en los labios. Pero un zorro astuto prepara una artimaña para devorarla, la cual consiste en halagarla lo suficiente para que se confíe. La torta cae en la trampa y es devorada, lo cual sirve en bandeja una moraleja semejante a la fábula de Esopo “La zorra y el cuervo”. Para los niños, además, el libro es un ejercicio para aprender animales a medida que éstos aparecen.