La novela que tiene por protagonista a Holden Caufield es probablemente una de las más polémicas de la segunda mitad del siglo XX. El escritor, J.D. Salinger, se sirvió de sus memorias en la Guerra Mundial para deshumanizar a un adolescente. El debate se abre porque Holden es un adolescente y a través de sus vivencias y pensamientos muchos jóvenes se pueden sentir identificados. Holden busca madurar pero se siente un amargado, piensa que nada tiene sentido. Las sensaciones de desasosiego que una persona adulta y deprimida transmite son las que evoca Holden a lo largo de los capítulos del libro. “El guardián entre el centeno” también tiene otros focos de discusión por sus referencias sexuales y la jerga juvenil, aunque sus defensores argumentan el realismo del mismo. Mientras que el resto de novelas juveniles introducen a adolescentes como héroes, en ésta se ofrece una visión cruda de una de las etapas más difíciles y excitantes de la vida. Que cada persona interprete los valores de la forma que desee, pero lo que es indiscutible es que uno de los libros más trascendentales del siglo XX.