La denominada caza de brujas fue una deplorable acción religiosa llevada a cabo a través de distintos siglos y en muchas partes del globo, especialmente países europeos y Norteamérica. “La joven bruja” se centra en los eventos acontecidos en el siglo XVII en torno a esta temática, situándolos en Inglaterra y en la América colonial. Mary cree tener el don de la clarividencia y poderes de brujería, y visto el fatídico destino que su abuela sufrió por ella, la única opción es ocultarlo. La aventura que se desarrolla con este leitmotiv lleva a Mary desde su Inglaterra natal hasta las colonias de Ameríca, concretamente a las célebres poblaciones de Salem y Beulah. La tensión se sostiene por la inminente amenaza a Mary y a otros tripulantes. En su nuevo hogar, Mary acabará yéndose a vivir al bosque junto a otras personas de su condición, huyendo de las persecuciones. Celia Rees empleó “La joven bruja” también como vehículo de crítica a la intolerancia y a los crímenes religiosos.