No es sencillo encontrar una novela histórica ambientada en un mundo de hombres y que el narrador sea un animal. “El tambor fantasma”, primera entrega de la trilogía “Mundo Fantasma”, nos traslada a la Rusia zarista desde una perspectiva mágica y fantástica. El sabio narrador es un gato, quien cuenta cómo Safa, hijo de un zar cruel, es encerrado en un torre. En torno a este injusto encierro se suceden acontecimientos dramáticos. Safa es adiestrado en magia por una niña salvaje llamada Chingis. Los poderes de ésta salvarán a Safa de las intrigas palaciegas, y mostrarán al mundo quién es el verdadero heredero a la corona. Merecida Medalla Carnegie en 1987, esta historia de Susan Price sabe beber de la tradición oral, de las leyendas del este y de la época histórica para reconstruirnos un escenario mágico y cautivador.
“El caballero inexistente” es la última entrega de la famosa trilogía heráldica de Italo Calvino titulada “Nuestros antepasados”. En este caso, el carismático autor italiano nos presenta a un caballero que realmente es una armadura vacía. De nombre Agilulfo Erno di Guildiverni, el protagonista se ve en más de un aprieto intentando ocultar su comprometedora verdad. Esto crea situaciones tanto dramáticas como cómicas. De esta forma, Calvino reflexiona sobre los problemas de identidad a la vez que critica los valores religiosos más allá de las épocas en las que éstos prevalecían. El protagonista tiene una personalidad bastante marcada, muy cercana a los valores de un caballero, pero eso no le será suficiente para salir de todos los apuros por los que pasa. Como en los otros relatos de Calvino, el narrador no es el protagonista, sino un personaje secundario. En este caso la monja Teodora. Otros personajes que desfilan por las páginas de “El caballero inexistente” son Rambaldo, admirador del protagonista, y Bradamente, quien ama a Agilulfo. Un excelente libro para concluir una de las trilogías más famosas de la literatura italiana.
La trilogía heráldica de Italo Calvino, que se había iniciado con “El vizconde demediado”, prosigue con “El barón rampante”. La habilidad de Calvino para abordar temas profundos con ingenio y picardía queda de nuevo patente en este original cuento, ambientado en el siglo XVIII. Cosimo es un joven heredero que debe prepararse para ser un futuro barón. No obstante, no es lo que precisamente desea. Enemistado con la mayoría de su familia, Cosimo se vuelve desafiante y toma una curiosa decisión para evadir sus responsabilidades pero sin despegarse del todo de su estilo de vida. Lo que lleva a cabo es trepar a un árbol ayudado por su hermano y quedarse allí para siempre. Cosimo será testigo de las vicisitudes que le sucederán a toda su familia sin ser partícipe directo de las mismas. Esto ocasionará cierto resquemor en Cosimo y en parte se arrepentirá de su decisión. Italo Calvino critica los destinos impuestos de las épocas pasadas y pone en entredicho formas de vivir que antes no se hacían. Un imprescindible de la literatura juvenil italiana, al igual que las otras dos entregas de la trilogía.
Las historias de Italo Calvino siempre se han caracterizado por su carácter moralizante y sus alegorías. Además, es uno de los más reconocidos fabulistas y recopilador de relatos de Italia. En este caso en particular, “El vizconde demediado” narra las andanzas de Medardo de Terralba, un noble del siglo XVII que combate en Bohemia frente al ejército turco. El vizconde es herido progresivamente hasta que una bala de cañón lo parte en dos. Aunque sobrevive gracias a la destreza de los doctores, la mitad de su cuerpo es horrible. El vizconde regresa a casa habiendo triunfado en la guerra pero psicológicamente destrozado por los daños irreparables que ha sufrido. Esto se traduce en sentimientos de odio hacia todo lo que le rodea. Por suerte, recupera todo lo bueno de su cuerpo y el vizconde se vuelve a sentir completo y lleno de vigor y de buenos sentimientos. Muchos han querido ver en esta historia una crítica a la Guerra Fría y la dualidad que ésta estaba causando.
“Emily triunfa” es uno de los volúmenes que Lucy Maud Motngomery escribió en torno al personaje de Emily Byrd Starr. Concretamente, se trata de la segunda entrega de la serie. La protagonista se muestra como una luchadora ante las vicisitudes que le obstaculizan. Emily tiene sueños, desea convertirse en escritora. No obstante, sus alas son cortadas por completo cuando es enviada a una escuela donde le prohíben escribir en su tiempo de ocio. Emily no se desanima. En vez de escribir algo fantasioso, ocurrente, se dedica a describir el mundo que le rodea. La belleza de sus palabras le ayuda a seguir adelante, y así nosotros conocemos a Emily a través de sus pensamientos. Se trata ni más ni menos que de una joven que se siente entusiasmada ante su futuro y que vuelca gran parte de sus energías en lo que quiere llegar a ser. Todo un retrato del optimismo juvenil femenino de principios del siglo XX, sin dejar de lado ningún ápice de realismo.