“Julie y los lobos” explora la dificultad que tiene la gente que vive en ambientes naturales para adaptarse a la realidad social en general, y a la vida urbana en particular. La protagonista, Julie, tiene trece años y se ha quedado sin madre. Además, su padre desaparece tras acudir a una cacería. Julie es esquimal y se siente sola, y necesita a su única amiga, Amy. El problema es que Amy vive en San Francisco, muy lejos del frío Ártico donde Julie reside. Aun así, Julie sabe que es una cuestión de todo o nada, y decide enrolarse en un buque hacia California. Julie se pierde y debe sobrevivir en plena tundra, haciéndose amiga de una manada de lobos y usando los conocimientos que aprendió de su padre. Nuestra heroica protagonista se debate entonces entre las dos culturas, pues sabe que los lobos están bajo amenaza e, indirectamente, el estilo de vida inuit también está en peligro. Julie empleará sus reflexiones para convencer al lector de la importancia de respetar la naturaleza y de permitir la comunicación entre culturas. Comprender a los demás, por tanto, es el primer paso para comprendernos a nosotros mismos.