Los hermanos Lamb se encargaron de adaptar para niños cuentos de la obra de Shakespeare. Nacidos en Londres, entre sí se llevaban once años de diferencia (siendo Mary mayor), y se dice que eran inseparables y que Mary enseñó a leer a Charles. Posteriormente, Charles sufrió de tartamudeo, siendo devaluado en algunos círculos profesionales. Aunque finalmente se impondría su habilidad narrativa. En la primera edición de los “Cuentos de Shakespeare” (1807) no aparecía la firma de Mary, quien sufría períodos de locura transitoria. De hecho, Charles también padecía ataques de melancolía, aunque no tan graves. Esto no impidió que fueran consideradas figuras de la cultura londinense de inicios del siglo XIX, convirtiéndose su casa ocasionalmente en centro de reunión de eruditos.