Francisco Ibáñez Talavera es el dibujante de cómic más famoso, exitoso y grande que ha tenido España. Firmando siempre como Ibáñez (salvo una época con Bruguera donde lo hacía como Kito), nació en Barcelona en 1936 en los albores de la Guerra Civil en el seno de una familia de clase baja. La pasión por el cómic le llegó a Ibáñez de niño, quien devoraba tebeos norteamericanos. No obstante, la situación en la posguerra y la precariedad le llevaron a estudiar Contabilidad, ejerciendo como botones en el Banco Español de Crédito. Ibáñez no dejó de lado nunca su gran amor, el dibujo, y colaboraba a tiempo parcial con publicaciones como Chicolino, Nicolás, La hora del recreo o la Editorial Marco. A finales de los años 50, Ibáñez se volcaría por completo en su labor como historietista, empezando a trabajar con Paseo Infantil y colaborando con la célebre Editorial Bruguera. Es en este gigante de las publicaciones y a través de su revista Puglarcito donde vio la luz, en 1958, la creación hecha viñeta más célebre de España: “Mortadelo y Filemón”. Ésta es una de las entregas más vendidas y de mayor éxito, nacional e internacional, del país ibérico (¡y todavía se sigue publicando!). Otras creaciones imprescindibles de Ibáñez son “El botones Sacarino”, “Pepe Gotera y Otilio”, “13, Rue del Percebe” y “Rompetechos”. Más adelante, Ibáñez trabajaría para Grijalbo con tebeos como “Chicha” y “Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo”. Y también para Ediciones B y BRB Internacional, donde sigue publicando a Mortadelo y Filemón haciendo ironía de los temas de actualidad. La forma de caricaturizar la sociedad, la sátira y los gags visuales son señas de identidad de Francisco Ibáñez, uno de los dibujantes más queridos de siempre. Esto le ha valido el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona, el Premio Notario del Humor y, sobre todo, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.