David Metzenthen es un autor australiano cuyas novelas se suelen sostener a partir de discusiones éticas potentes. En “El país de los corazones de piedra” se habla de las diferencias sociales y cómo estas afectan a los inocentes y a los que realmente no tienen ningún tipo de culpa. Aaron Knott se muda al campo, en plena Australia rural, viniendo de la gran ciudad. Y es que su padre debe gestionar los despidos en una fábrica del pueblo. El joven Aaron no tiene ni un ápice de responsabilidad en el oficio de su padre, pero simplemente por el hecho de ser su hijo y por venir de la ciudad es condenado al ostracismo. Se siente incómodo, y además su bondad le lleva a preocuparse por el destino de las familias de sus compañeros. Finalmente entablará amistad con los hijos de los vecinos, quienes son pobres. El conocerlos le reportará a Aaron nuevas perspectivas del mundo y madurará. Todo esto justifica ampliamente el que fuera nominado como Libro del año por el CBCA en 2002.
“¿Mortal, Unna?” fue nombrado en 1999 el Libro del Año por el CBCA de Australia. La narración transcurre en una aldea de la costa, y el argumento se vale de elementos muy idiosincráticos del país austral, de ahí su éxito. Además, Phillip Gwynne la elaboró como obra parcialmente autobiográfica, lo cual ayuda a alcanzar profundidad en las temáticas de adolescencia y amistad que se tratan. El protagonista y narrador es Gary Blacky, adolescente que juega al fútbol australiano. Además de Blacky, otros personajes de relevancia son su violento padre, el entrenador Arks, el viejo Darcy y su compañero de equipo el aborigen Dumby Red. La historia que se entreteje establece una crítica sobre las tensiones raciales todavía existentes entre ciertos sectores de población, aun teniendo en cuenta la relativa paz con la que se convive en Australia. Gwynne prosiguió la saga, en la cual enaltece todavía más las relaciones entre blancos y aborígenes. El fútbol australiano, por otro lado, sirve como escenario para valores de lucha, sacrificio y superación. Un relato profundo e imprescindible.
La literatura juvenil australiana siempre ha destacado. Su consideración internacional es absoluta, y sus obras suelen adquirir éxito crítico y comercial. Incluso dentro de este status se podría aseverar que la literatura infantil en Australia vivió una época dorada en la década de los 90. Un ejemplo de ello, además de otros ya citados, es esta “El hechizo del zorro”, galardonada con el Premio del CBCA en 1995. La autora Gillian Rubinstein (inglesa de nacimiento, cabe puntualizar) evoca un ambiente sobrenatural en torno a una situación cotidiana, y así trasciende su diálogo con el lector adolescente para que se identifique. El protagonista, Tod Mahoney, debe mudarse al medio rural australiano con su madre y sus hermanas para vivir con su abuela, dejando atrás Sidney. Este cambio tan brusco provocará cambios en Tod, el cual queda impactado con un zorro que encuentra muerto en un camino. Esto y la presencia de otros zorros servirán como metáfora de los sentimientos de Tod, el cual no está a gusto y se encuentra exiliado y alienado. Rubinstein aprovecha para establecer descripciones de la cultura de su país, y sabe jugar a la perfección con la trama dejando sensación de ambigüedad en el lector. Al fin y al cabo, la reflexión te ayuda a madurar, y eso es lo que se consigue en “El hechizo del zorro”.
El Premio CBCA de Australia en 1994 recayó en “La masa”, de la exitosa Isobelle Carmody. Protagonizada por Nathaniel Delaney, esta novela se podría definir como una combinación de novela adolescente y terror sobrenatural. Nathaniel se muda a vivir a Cheshunt, una localidad en la costa australiana que parece dominada por fuerzas malignas. El ambiente es opresivo y la atmósfera recargada, hechos que Nathaniel no pasa por alto. La prueba de fuego del protagonista viene cuando se le demanda entrar en sendas pandillas juveniles llamadas La Masa y La Cadena. Como posteriormente averiguará, ambas no son más que una metáfora del eterno conflicto entre el bien y el mal, y la elección de Nathaniel por tanto resultará trascendental no sólo para él sino para todos los vecinos de Cheshunt. Carmody manipula la fantasía a la perfección, integrándola en un lugar que se presenta cotidiano pero imperfecto. Un absorbente relato que merece la pena descubrir.
“Rowan de Rin” es un clásico moderno de aventuras rurales, a cargo de una de las escritoras australianas más exitosas y prolíficas: Emily Rodda (pseudónimo literario de Jennifer Rowe). Rowan disfruta de una plácida vida en la aldea de Rin, junto a su madre y a su hermana. Su vida es monótona y sencilla, pero no por ello aburrida. Rowan es pastor de bukshah, un animal de fantasía que se asemeja a un carnero lanudo de cuernos curvos y robustos. El amor por los animales a los que cuida se torna en preocupación cuando la sequía y los peligros acechan la aldea de Rin. Rowan deberá superar sus miedos y mostrar valentía, sobre todo cuando los peores temores de los aldeanos (la presencia de un dragón) se confirman. En esta novela hay espacio para la fantasía y para la aventura, y podemos ver la colaboración entre vecinos por el bien de todos. Un valor que es indispensable inculcar en los tiempos que corren. Premio CBCA de Australia en 1994, “Rowan de Rin” es sólo la primera de una serie de exitosas historias sobre héroes improbables y lugares de paz limitada.