En la década de los 90 la ficción histórica medieval alcanzó cierto esplendor, representada a través de autores como Karleen Bradford o Catherine Jinks, por ejemplo. Esta última creó una serie de libros estructurados en torno a la relación caballero-escudero de la época de las Cruzadas. Ambientada en Jerusalén, “La cruzada de Pagan” es el primer relato de la serie, y nos introduce al niño protagonista que da título a la obra. Pagan sobrevive en Jerusalén y sus ideales distan mucho de los de los caballeros que allí sirven. Para buscarse la vida, se propone como escudero de Lord Roland, noble de ideales fuertes. Aunque ambos no coinciden en su forma de ver el mundo, la astucia de Pagan hará que parezcan uña y carne, y que Roland agradezca la presencia y el trabajo del joven. Con el inminente ataca de los musulmanes a cargo de Saladino, ambos lucharán juntos por un futuro mejor y los ideales se difundirán. Catherine Jinks también deja espacio para el humor, personificado en los peregrinos y a los cuales compara con turistas guiados. Una novela histórica con tintes modernos que gustará a cualquier lector incipiente del género.
“Los sueños de Marianne” es un relato a medio camino entre lo mágico y lo real. Esta novela de Catherine Storr se centra en Marianne, una chica que es obligada a guardar reposo por el médico y la cual se niega a ello. Para entretenerse, Marianne pinta en un papel con un lápiz especial que provoca que los dibujos dominen lo que sueña. Es en este momento cuando la historia coge tintes oníricos, pues Marianne conoce a un niño llamado Mark y se hace muy amiga de él. Las descripciones permiten ver al lector que el mundo descrito es el de los sueños de Marianne, pues suceden cosas surreales. Stor, además, sabe aportar dosis de terror a sus novelas, y lo consigue empleando una atmósfera envolvente e incierta. Lo que la autora también critica es la fascinación de los niños por lo destructivo, pues de pequeños se creen capaces de todo y piensan que su poder es ilimitado. Por todo lo citado, “Los sueños de Marianne” se convierte en una lectura más que recomendable.
Los libros de Poli y el lobo han gustado mucho a niños de todo el mundo durante más de medio siglo por su atrevimiento y a la vez disparatado enfoque. Poli es una chica con desparpajo que tiene una especie de relación amor-odio con un lobo. El lobo, fiel a sus instintos, intentará devorarla en cuanto tenga oportunidad. Para ello este animal se sirve de ideas cogidas de otros cuentos y tradiciones. Pero Poli siempre se muestra un paso por delante y se defiende y manda al traste las intenciones del lobo. De esta forma, Poli intenta mostrar que los cuentos pueden estar cerca pero a la vez lejos de la realidad. Otro aspecto que le da importancia a la obra de Catherine Storr es el carácter de Poli, pues además de inteligente es determinada e independiente. La obra también está plagada de episodios en los que ambos se ayudan el uno al otro, así que es una amistad basada en una rivalidad. Un clásico que dejó ejemplares durante casi cuatro décadas.