En la década de los 90 la ficción histórica medieval alcanzó cierto esplendor, representada a través de autores como Karleen Bradford o Catherine Jinks, por ejemplo. Esta última creó una serie de libros estructurados en torno a la relación caballero-escudero de la época de las Cruzadas. Ambientada en Jerusalén, “La cruzada de Pagan” es el primer relato de la serie, y nos introduce al niño protagonista que da título a la obra. Pagan sobrevive en Jerusalén y sus ideales distan mucho de los de los caballeros que allí sirven. Para buscarse la vida, se propone como escudero de Lord Roland, noble de ideales fuertes. Aunque ambos no coinciden en su forma de ver el mundo, la astucia de Pagan hará que parezcan uña y carne, y que Roland agradezca la presencia y el trabajo del joven. Con el inminente ataca de los musulmanes a cargo de Saladino, ambos lucharán juntos por un futuro mejor y los ideales se difundirán. Catherine Jinks también deja espacio para el humor, personificado en los peregrinos y a los cuales compara con turistas guiados. Una novela histórica con tintes modernos que gustará a cualquier lector incipiente del género.