En esta novela de la Condesa de Ségur nos trasladamos a Escocia en el siglo XIX para ver a un entrañable personaje que el sufrimiento le hace madurar, Carlos. Este niño de doce años vive con su prima, vieja y viuda, que le gestiona toda su herencia y lo maltrata de diferentes formas: le da mal de comer, lo encierra y no le deja adquirir nada con su dinero. La personalidad de Carlos le permite salir de todas las adversidades a las cuales es sometido, pero además empieza a tramar venganzas de tipo espiritual, ya que la viuda es muy supersticiosa. A pesar de ello, la venganza nunca llega a ser completa, pues sabe perdonar y aprender del mal comportamiento de otros. Los diálogos son vitales y dan un tono alegre y reconfortante a una historia aparentemente triste.
Este libro es realmente el primero de una trilogía, y es el más famoso de ésta. Fue escrito por la condesa de Ségur, y es en cierto modo una adaptación de su propia infancia. La protagonista, Sofía de Réan, vive en un castillo en la campiña francesa, durante la época de Napoleón. Disfrutando de las comodidades de una niña de su status, puede vivir múltiples aventuras y meterse en líos, uno tras otro. Sus travesuras se suceden, y poco a poco la propia Sofía se siente mal consigo misma y por la gente a la que hace daño de una manera u otra. Por ejemplo, su primo Pablo, el cual paga el pato por Sofía para que no la castiguen. Sin llegar a situaciones graves, se muestra como la propia protagonista sonsaca lecciones de sus experiencias, moldeándose cada vez como una persona más amable y honesta antes de madurar.