Irlanda es un país que destaca por su hospitalidad, y goza de la simpatía del resto de nacionalidades. Su arraigado y fabuloso folclore, y su respeto por la naturaleza, hacen de Eire un escenario inmejorable para situar una novela adolescente de tintes fantásticos. La autora, Kate Thompson, aunque inglesa de nacimiento, ha residido en Irlanda por mucho tiempo, lugar al que se siente pertenecer. “Camaleones” está protagonizado por Tess, una adolescente dublinesa, que descubre que tiene un poder que comparte con su amigo Kevin: ambos pueden cambiar de forma e identidad. Tess y Kevin son capaces de adoptar múltiples formas, especialmente de animales. Con el consejo de Lizzie, una veterana “camaleón”, los protagonistas emprenden un viaje a las regiones árticas para salvar al mundo de una nueva Era Glacial, destino al que unas malvadas babosas desean llegar. Es en este ambiente extremo donde Tess y Kevin pondrán a prueba sus habilidades camaleónicas para nadar, volar y sobrevivir a las temperaturas y otras vicisitudes. Bajo esta sinopsis, “Camaleones” se convierte en una lectura muy suculenta y evocadora.
“Tras la primera víctima” es una novela de aventuras mezclada con el género de la intriga y lo detectivesco. En una excursión aparentemente tranquila a un campamento en autobús, un grupo terrorista se interpone y acaba secuestrándolo. La responsable del autobús es Kate, una chica de diecisiete años. Los terroristas demandan la liberación de presos compañeros y la disolución de una unidad antiterrorista, además de dinero, por supuesto, a cambio de todos los niños. La situación se torna complicada, y se dan momentos verdaderamente dramáticos. El relato presta especial atención a la relación entre Kate y uno de los secuestradores, Miro, la cual se estrecha aumentando la tensión por los deberes que cada uno tiene que cumplir. Robert Cormier humaniza a los secuestradores, dotando de realismo a la historia. Y es que, probablemente, “Tras la primera víctima” sea una de las pocas novelas para jóvenes que describan la psicología del delicuente y del terrorista.
Esta novela es un clásico de la literatura húngara y un ejemplo de relato protagonizado por una chica con fuerte personalidad. En “El buen maestro” se narran las peripecias de Kate, una joven de Budapest que cambia la vida urbana por una rural con sus tíos y su primo Jancsi. El motivo de que Kate se mude a vivir con sus tíos es porque su padre se ve incapaz de criarla tras la muerte de su madre. El cabecilla de la familia es el tío Márton, conocido como “El buen maestro” por su capacidad para la doma de caballos. Kate causa un fuerte impacto en su familia, pues su primo Jancsi la ve como una chica incorrecta y en ocasiones maleducada. No obstante, acabará ganándose el cariño de todos cuando aprende a montar a caballo y cuando su primo Jancsi reconoce secretamente que se siente atraído por ella y que realmente la admira. “El buen maestro” muestra la fuerza del optimismo y cómo éste se puede contagiar a otras personas.
Al igual que otros tantos ejemplos de novelas con protagonista femenino, Caddie Woodlawn es una chica que se muestra como un personaje muy carismático. Caddie está muy inspirada en la historia de la abuela de la autora, Carol Ryrie Brink, quien emigró de Boston a Wisconsin tras la guerra de Secesión. Caddie es una chica poco convencional, muy poco femenina, para disgusto de su madre, a la cual le encantaría que su hija fuera una dama hecha y derecha en un futuro. No obstante, Caddie tiene otras preocupaciones, y una energía que le llevan a disfrutar al máximo de su vida en el entorno rural de Wisconsin. A menudo sale con sus hermanos por los prados, le encanta contemplar lo salvaje, interactúa con los vecinos e intenta entablar amistad incluso con algunos nativos. Este último punto es quizá el más impactante a la vez que interesante de la obra. Sugiere que la amenaza que sentían los nativos y los colonizadores era mutua. No distingue entre buenos y malos, y hace un llamamiento a la tolerancia. Todo ello tratado bajo el punto de vista de una chica joven que disfruta de su infancia al tiempo que desafía la visión más tradicional de Estados Unidos.
La novela de Kate Douglas Wiggin “Rebeca, la de la granja Sunnybrook”, es un paradigma de superación y de madurez para el género femenino. La protagonista, Rebeca, abandona la granja familiar en la que vive con su madre y sus hermanos con tan sólo 10 años para vivir con sus tías mayores, Jane y Miranda. El cambio impacta en Rebeca, la cual se siente insegura. Las dificultades se presentan a medida que Rebeca aprende a valerse por sí misma y a llevarse bien con sus dos tías. Su inteligencia y validez se demuestran cuando consigue que sus tías ahorren dinero a su cargo. A medida que pasa el tiempo, a Rebeca le van mejor las cosas. Esto intenta transmitir el libro, que con esfuerzo y dedicación tendremos nuestra recompensa. La historia tiene tanto dosis de humor, como suficientes dosis de drama, lo cual la hace muy atractiva pese a ser escrita hace más de un siglo. Rebeca es una referencia incluso para las chicas actuales.