El barón Münchhausen existió realmente, concretamente en el siglo XVIII, y se enlistó en los ejércitos alemán y ruso para luchar contra los turcos. Este libro, escrito por su coetáneo Gottfried August Bürger, narra las supuestas aventuras del barón y que éste contó al volver de las diferentes campañas de guerra. Originalmente fueron publicadas en una revista de Berlín.
Al inicio de la historia, el barón viaja junto con su padre en un barco hacia Ceilán. En el camino desembarcan en una isla, donde una tormenta los atrapa y están a punto de perder la vida. A su llegada a Ceilán, el barón se encuentra con otros imprevistos como leones, cocodrilos, precipicios y serpientes. El protagonista sale ileso de sus encuentros con la vida salvaje, defendiéndose de diferentes maneras, lo que provoca la atracción de los niños por estas entrañables aventuras.
Conocido en su versión original como “Robinson der Jüngere”, esta obra es una clara readaptación del “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe. Sin embargo, tiene sus particularidades y está dirigido a un público más infantil. En este caso, Robinson, un niño alemán perezoso y maleducado, se fuga de casa con un amigo para vivir aventuras. Tras escaparse de Hamburgo en barco, éste acaba naufragando y Robinson se convierte en el único superviviente en una isla desierta. Allí conoce a un nativo también llamado Viernes y acaba valiéndose por sí mismo, aunque al principio se arrepiente de haber sido tan vago y no haber aprendido las lecciones vitales que sus padres le enseñaban. Finalmente, acaba regresando con Viernes a Hamburgo, donde montan una carpintería.
Como se ha dicho previamente, adapta la novela de Daniel Defoe, aunque con la intención de dar lecciones a los niños, sobre todo en lo concerniente a la obediencia y la valoración de la educación paternal.