Libros como “Un tejón en la barcaza” son muy de agradecer por su arriesgada pero acertada apuesta. Janni Howker nos ofrece cinco relatos donde prima la relación entre jóvenes y ancianos. La autora emplea en todo momento un estilo cómico y plagado de humor, pero sin afectar a los valores que desea transmitir. Temas como la soledad, la muerte o la amistad son tratados de forma original e igualmente meritoria. Un relato cuenta la amsitad entre una joven que ha perdido a su hermano y una anciana astuta; otro habla de dos niñas que se unen a un ermitaño y le aportan algo de luz a su vida; y un tercero cuenta una confesión sorprendente que una señora mayor hace a una chica de doce años. Howker nos indica que los jóvenes tenemos mucho que aprender de nuestros mayores, y que nosotros a su vez también tenemos valores que aportar a ellos. Todos podemos ser amigos siempre que nos comprendamos y respetemos, ¿no?
Paul Zindel fue un químico de formación que supo prodigarse también en teatro y literatura. De hecho, tuvo una prolífica obra como escritor. “El señor Pig” (bajo el título original “The Pigman”) va dirigida al público joven y tiene como improbables protagonistas a dos adolescentes y un anciano que entablan una amistad. John y Lorraine estudian en el Instituto Franklin, y conocen al viejo Angelo Pignati tras gastarle una broma a través del teléfono. Los dos jóvenes lo visitan y empiezan a compartir momentos. Poco a poco descubrirán que realmente es una persona excéntrica. Van al zoo, indagan sobre su pasado y mutuamente se enriquecen. De hecho, esta sensación va calando en Lorraine y John, quienes saben que la amistad de los tres les ayuda a paliar los problemas que cada uno tiene. Si ya de por sí el hilo argumental es agridulce, el dramatismo aumenta tras sufrir Angelo un infarto. Zindel sabe combinar a la perfección humor con seriedad, dando al libro un perfecto tono de obra para madurar y aleccionar al público adolescente.