Esta historia contada a dos bandas permitió a Jamila Gavin conseguir el Whitbread Book of the Year en el año 2000. “Un niño de Coram” es una suerte de ficción histórica de trama potente y sustentada a través de la lucha contra las injusticias y lo establecido por parte de sus protagonistas. De un lado están Alexander y Thomas, que juntos acuden a un coro catedralicio; y de otro Aaron y Toby, abandonados en Londres, en el hospicio de Coram. Ambas parejas de amigos, no relacionadas entre sí, hacen valer la fuerte unión existente entre ellos y demuestran que la amistad puede mover montañas. Aunque, como se ha comentado, no existe vínculo, sí comparten enemigo: Otis Gardiner, quien se dedica a sustraer a niños del condado. Desde luego, esta novela habla de una época convulsa, la Inglaterra del siglo XVIII, y ofrece reflexiones al lector que le ayudarán a madurar. Un elemento que Gavin también maneja a la perfección es el homenaje a la música y su efecto positivo en la vida de las personas.
El argumento de “Old Yeller” evoca las mejores historias de amistad entre hombres y animales. Fred Gipson nos traslada a los años posteriores a la Guerra de Secesión estadounidense, centrándose en el joven Travis y su perro Old Yeller. Travis queda a cargo de su madre y sus hermanas mientras su padre emprende un viaje de negocios desde Texas hasta Kansas. Corren tiempos difíciles, pero Travis será salvado por un pobre perro perdido que acabará adaptando. La amistad que se forja entre ambos difícilmente es vulnerable, y sólo la trunca un suceso dramático. Eso no impide describir el estilo de vida miserable de la posguerra en Estados Unidos y realzar la relación entre el ser humano y su mejor amigo: el perro. La adaptación cinematográfica de Disney ayudó en su momento a recatapultar la fama de la obra, aunque ahora no sea una de las películas más recordadas del sello. El Honor Newbery cosechado en 1957 también ayudó a tal fin.
Muchas veces los padres deben dar la cara por sus hijos y acarrear las consecuencias. Los hijos, también, a veces son responsables de males mayores de los que siendo un niño se puede entender. Algo parecido sucede en “El cerdo de menta”. La protagonista es Poll, una chica cuyo padre confiesa un delito que realmente ha cometido su hijo. La familia es forzosamente separada, y el padre de Poll debe marchar a América a buscarse la vida. La narración transcurre en la Inglaterra victoriana, y se tratan valores como la unión familiar o la madurez. Poll permanece en Inglaterra con su madre y su hermano, a quien debe encauzar. Sin embargo, ya no están en su hogar, sino en una finca de unos familiares. El ambiente rural afectará profundamente a Poll, y el paso del tiempo es representado como metáfora en el pequeño cerdo que da título al libro. En un abrir y cerrar de ojos pasará de ser un pequeño animalito para ser sacrificado. Nina Bawden ganó el Premio de Ficción Guardian Children’s por esta fabulosa novela, un reconocimiento más que merecido.
La serie de libros de Ernesto y Celestina es una grata excepción dentro de los libros infantiles. Mientras que los cuentos para los más pequeños suelen basarse en las acciones y el dinamismo, éste educa y tiene su punto más sólido en las emociones que transmite. No se trata tanto de lo que pasa, sino cómo pasa. Ernesto es un oso que se encuentra en un cubo de basura a Celestina, una pequeña ratoncilla, cuando ésta era sólo un bebé. Ambos son pobres y tienen una vida basada en el sacrificio. Aprenden a vivir con poco, y con ello y el cariño mutuo que se profesan son felices. Por ello, estos libros de Gabrielle Vincent son tan emotivos. La generosidad, la amabilidad y la humildad son valores muy fuertes y conviene transmitirlos a un niño desde bien pequeño. En la primera entrega los dos protagonistas deambulan buscando a Simeón, el pingüino de peluche de Celestina. Quizá pueda tener un cierto toque agridulce, tanto el texto como las ilustraciones y la narración, pero se trata de un libro efectista que todo niño debe leer para aprender a ser mejor persona.
La novela “Ede y Unku” es todo un clásico alemán del periodo de la República de Weimar. Ede es un niño de clase trabajadora y Unku una niña gitana. Ambos están acostumbrados a una vida de sacrificio, pues el primero sufre el desempleo de su padre y la segunda debe hacer frente a una subsistencia en una caravana. Juntos interactuarán con personajes de todo tipo, unos más pobres y otros más ricos. No obstante, su espíritu solidario y su ímpetu por mejorar la situación social logran impregnar de esperanza al lector. El contexto es uno de los períodos más significativos en la historia de Alemania, todavía muy reciente. Una época de revueltas sociales y de penuria social. La obra, sin embargo, es abordada con realismo y, dado que los protagonistas son niños, no faltan tampoco los pasajes divertidos y humorísticos. Un imprescindible de la literatura alemana del periodo de entreguerras, basado en las propias vivencias de la autora Alex Wedding.