Pocos son los cuentos infantiles ambientados en la Prehistoria. Una excepción de “Ug: el pequeño genio de la Edad de Piedra”, de Raymond Briggs. A través de este relato el autor introduce ideas y reflexiones muy útiles tanto para niños como para adultos, pensamientos que darán qué pensar a más de uno. Ug es un niño cuya mentalidad parece pertenecer a una época muy posterior a la que le toca vivir: la Edad de Piedra. Ug idea inventos tan variopintos como la rueda o los barcos, y sugiere actividades como cocinar a los cocinarlos, sin que ninguno de ello prospere. La culpa de ello la tienen los adultos de su entorno, quienes no entienden para qué sirve todo ello y lo critican. Ug verá así reprimida su creatividad y sus herramientas de prosperidad se verán condenadas al olvido… Algo que tristemente ha sucedido reiteradamente a lo largo de la Historia y en todas las épocas. Y es que debemos de dejar de lado los prejuicios y abrazar cualquier idea que nos permita progresar y mejorarnos. Dar la bienvenida al progreso sin condiciones, una filosofía que le permitió a este libro ser finalista del Premio Nestlé.
La línea que separa el tratar una temática controvertida apropiadamente, de no hacerlo, es delgada. Más fina todavía es esta línea si el público al que va dirigida la obra es infantil. Para escribir al respecto con éxito se necesita talento, delicadeza, respeto y habilidad, cualidades de las que la autora sueca Pernilla Stalfelt va sobrada. Como su propio nombre indica, “El libro de la muerte” aborda el final de la vida de forma irónica, entretenida y tremendamente atractiva. Los niños aprenderán con los puntos de vista y explicaciones que Stalfelt ofrece respecto a la muerte, puesto que el estilo es también muy didáctico. Se hacen alusiones a definiciones enciclopédicas, se explican las formas de morir de distintos seres y se reflexiona a través de viñetas y simulados diálogos entre un niño y un adulto. El enfoque que le da Stalfelt, como hemos dicho, es el óptimo, puesto que también advierte de la tristeza y el mal trago de experiencias como la pérdida de un ser querido. Una obra que, por tanto, merece estar en cualquier estantería para acercar a los niños a este tema tan mundando pero tan complejo de transmitir.
Si te gustan los relatos que emplean motivos sobrenaturales para reflexionar sobre la naturaleza humana, “Los espantapájaros” seguro es una buena opción. Esta novela de Robert Westall analiza la lucha interior de un niño de trece años al cual su pasado le persigue y su presente le desagrada. Simon, el protagonista, se ha mudado con su madre, su hermana y la pareja de su madre a una finca rural que tiene cerca tres espantapájaros cuanto menos inquietantes. Simon todavía no ha superado la muerte de su padre, a quien considera un héroe de guerra. Esto se traduce en una angustia interior que en ocasiones desemboca en ira y otras veces en tristeza. El escenario también tiene mucho que decir en esta obra, y Simon descubrirá secretos en el molino, la casa y el campo. Los tres espantapájaros que dan título al relato son una metáfora de los demonios del propio Simon. Su carácter rompedor envolvió en polémcia a “Los espantapájaros”, lo cual no le impidió conseguir el éxito comercial y el de la crítica, ya que fue ganador de la Medalla Carnegie en 1981.