La línea que separa el tratar una temática controvertida apropiadamente, de no hacerlo, es delgada. Más fina todavía es esta línea si el público al que va dirigida la obra es infantil. Para escribir al respecto con éxito se necesita talento, delicadeza, respeto y habilidad, cualidades de las que la autora sueca Pernilla Stalfelt va sobrada. Como su propio nombre indica, “El libro de la muerte” aborda el final de la vida de forma irónica, entretenida y tremendamente atractiva. Los niños aprenderán con los puntos de vista y explicaciones que Stalfelt ofrece respecto a la muerte, puesto que el estilo es también muy didáctico. Se hacen alusiones a definiciones enciclopédicas, se explican las formas de morir de distintos seres y se reflexiona a través de viñetas y simulados diálogos entre un niño y un adulto. El enfoque que le da Stalfelt, como hemos dicho, es el óptimo, puesto que también advierte de la tristeza y el mal trago de experiencias como la pérdida de un ser querido. Una obra que, por tanto, merece estar en cualquier estantería para acercar a los niños a este tema tan mundando pero tan complejo de transmitir.