La alemana Edith Klatt supo describir a la perfección un estilo de vida tradicional y nómada, el del pueblo sami. Estos pastores, que viven en las regiones más nórdicas de Escandinavia, se han visto desplazados de territorios que antaño dominaban por culpa de asentamientos urbanos. La historia se centra en Neitah, una chica que es secuestrada por los samis, los cuales tienen intención a su vez de venderla. Por suerte, Neitah hace muy buenas migas con Per, un pastor que la cuida y le permite ayudarle en sus labores. Pero Neitah nunca consigue estar a gusto, pues al fin y al cabo la han separado de su verdadera familia. Poco a poco Neitah se va acoplando a sus nuevos compañeros y aprenderá muchas cosas de ellos. “Neitah: una chica en el lejano norte” tiene tintes agridulces, pues a pesar de la simpatía de los sami y la belleza de los paisajes descritos, vivir así es sinónimo de crudeza. Esto es lo que pretendía la autora, además de criticar cómo la sociedad actual olvida a este tipo de pueblos.
“Los chicos del tren” es otra novela de Edith Nesbit en la que los niños son protagonistas. Además, no son los mismos niños que otras de sus novelas como “Los buscadores de tesoros” o “Cinco niños y eso”. Sin perder su crítica social, en esta novela los hermanos Bobbie, Peter y Phyllis deben hacer frente a sus penurias económicas al tiempo que intentan averiguar por qué han secuestrado a su padre. La madre y su doncella no les dan respuestas, y cada vez tienen menos dinero. Viéndose obligados a vivir en el campo, los niños entonces quedan fascinados por las vías del tren que pasan cerca de su casa. Así se hacen amigos de los trabajadores y viven aventuras a costa de los viajeros que pasan cerca de ellos. Todo ello sin viajar realmente. Finalmente, descubren que su padre fue llevado a prisión injustamente por espía, y con la ayuda de un caballeroso viajero, consiguen liberarlo. Se trata de una historia conmovedora que muestra que no es necesario tener dinero para divertirse.
La misma autora de “Los buscadores de tesoros”, Edith Nesbit, ofrece esta historia (alargada en varios libros más) de índole fantástica. Mientras que otras obras de Nesbit son más realistas y aptas para su publicación en revistas, en éstas se dirige especialmente a un público infantil con tal de entretenerlo. Todo ello sin renunciar a su crítica social y a la búsqueda de valores humanos. Los protagonistas son amigos entre sí, y descubren un hada de aspecto inquietante en el fondo de un pozo. Ésta les ofrece un deseo cada día por haberla salvado. Muchas veces los deseos no son bien pensados y tienen consecuencias desastrosas. Los efectos de cada deseo acaban al finalizar cada día. Así, los niños aprenderán que muchas de las cosas que ven en sus cuentos no son posibles en el mundo real, y que hay que pensar bien en las consecuencias antes de tomar cada decisión. Al final, lo único que quieren es deshacer el encantamiento del hada, para quedar aliviados. De forma ácida, el hada dice que nunca se lo digan a los adultos, ya que si no ésta se convertiría en un objeto de deseo por parte de los mismos y el sistema social la acabaría por destruir.
La historia narrada en “Los buscadores de tesoros” sigue muy vigente más de un siglo después por su temática: cómo obtener dinero de forma rápida. Los protagonistas son los seis hermanos Bastable, que, en pleno Londres de finales del siglo XIX, pretenden recuperar la fortuna familiar para su viudo padre. Para ello se enfrentan a trabajos y situaciones no siempre honrosas. No obstante, aunque van sobreviviendo, nunca consiguen recuperar el dinero deseado. Incluso deben ser ayudados por su vecino el tío Albert. Los Bastable fueron protagonistas de dos novelas más, y en todas ellas se representa una potente moralidad y una lucha incansable ante cualquier obstáculo. Muchos lo han definido acertadamente como un “libro de aventuras urbanas”.