María Elena Walsh es una de las escritoras infantiles argentinas más célebres de siempre. “Dailan Kifki” es posiblemente una de sus más tiernas creaciones. Y no es decir poco. Dailan Kifki es un gran elefante que es abandonado en el portal de una casa. La niña que protagoniza la historia lo descubre atascado en la puerta, y sabe quién es gracias a una carta que lleva en su oreja. Aunque intenta esconderlo sigilosamente, el estruendo al desplazarlo despierta a toda la familia y todos se asustan. Pese a todo, intentan criarlo y cuidarlo, lo cual provoca más de una situación divertida a la vez que embarazosa. En un cierto punto, cuando Dailan Kifki se queda solo en la rama de un árbol, le ponen alas y empieza a volar. La familia entonces comienza la búsqueda del elefante por varios países. La historia resulta tremendamente original y aguda, y está aderezada por el colorido que aportan los dibujos de Sandra Lavandeira.
Celia es una de las creaciones más fascinantes de la literatura infantil española. Esta chica es un buen paradigma de protagonista femenino con carácter. El personaje ideado por Elena Fortún es rebelde y ambicioso, y sus sueños le motivan a seguir adelante con sus travesuras. Se trata de la típica niña que por algunas acciones es bondadosa pero que por otro lado es un diablillo. Fortún mostró con Celia una mentalidad abierta para los tiempos que corrían, y su éxito se mantuvo desde su primera aparición en 1928 hasta los años 60’. Celia no tiene piedad con los adultos y a menudo se sorprende a sí misma criticando su comportamiento. Su inconformismo representa el pensamiento predominante en la España de antes de la Guerra Civil, y la mentalidad a medio camino entre la tradición y modernizarse. Se trata de una buena forma de acercarse a la España de antaño desde un punto de vista infantil, y reconocer los valores que predominaban.
“Las tres mellizas” es uno de los productos españoles más exitosos en cuanto a literatura infantil se refiere. Sus historias han sido traducidas a una treintena de idiomas, y la posterior adaptación televisiva permitió el boom definitivo de estas ilustres hermanas al llegar a más de 150 países. Su creadora, la catalana Roser Capdevila, se inspiró en sus propias hijas mellizas para crear a Ana, Teresa y Elena. Para quien no las conozca, las tres mellizas rompen todo tipo de moldes con sus travesuras y sus formas de cuestionarse la realidad. A pesar de su edad, muestran una perspicacia e inteligencia fuera de lo normal, y además saben cuidarse por sí solas. Sus historias comienzan desde que son recién nacidas, hasta varios títulos más con actividades cotidianas que se convierten en aventuras. Más adelante, Capdevila lanzaría una colección de “crossovers” donde las tres mellizas comparten escenario con cuentos infantiles famosos de siempre. A menudo, la trama y el final cambian, así como los valores originales de las historias. El personaje de la Bruja Aburrida también tardó en introducirse, aunque actualmente es uno de los favoritos del público infantil. Todo un clásico de la literatura infantil catalana.