Un clásico de las novelas infantojuveniles alemanas de principios del siglo XX es “La benjamina”. Annemarie Braun es la menor de una familia de ricos, y es la viva estampa de niña revoltosa que lleva de cabeza al resto de sus hermanos y a sus padres. Su curiosidad da paso a una desbordada imaginación que le causará ciertos problemas. Como siempre, ella no tiene malas intenciones, y la sinceridad de la niña es la que siempre le librará de castigos mayores. Estas novelas reflejan el ambiente en Alemania en época todavía imperial y tras la Primera Guerra Mundial. Como son varios libros de la misma saga, Annemarie madura y junto a ella el lector puede aprender valerosas lecciones de responsabilidad, tolerancia y respecto. Annemarie protagonizaría hasta 10 libros de esta serie, antes de que su autora, Else Ury, fuera malograda en Auschwitz en 1943.