De seguro que todos los escritores habidos y por haber tienen una deuda pendiente con sus iguales previos. Es decir, todo autor ha recibido inspiración de sus compañeros de profesión. A pesar de esta obviedad, lo cierto es que no todos saben reconocerlo debidamente. Eleanor Farjeon sí. Y es que esta novelista británica mezcló vivencias de la infancia y la influencia literaria que otros habían tenido sobre ella en “La pequeña biblioteca”. Este compendio de cuentos reúne casi una treintena de historias al estilo de los cuentos de hada y fantasía tradicional. Farjeon se sitúa en la biblioteca de su hogar y la torna epicentro de un revoltijo de ideas surgida de sus experiencias, hechos históricos y lecturas como la poesía renacentista o los mitos del Antiguo Egipto. En la obra se vislumbran referencias a los hermanos Grimm, Oscar Wilde y Hans Christian Andersen, entre otros. Una recopilación de visita obligada esta biblioteca de Eleanor Farjeon.
La historia de Elsie Piddock transmite el espíritu de superación y la ambición necesaria para conseguir lo que uno se propone. Esta niña, con sólo 3 años, insiste para que sus padres le compren una comba donde saltar. Como no lo hacen, empieza a saltar sobre cualquier objeto. Finalmente se la compran y Elsie se hace famosa en todo el país. Además, por las noches sueña que las hadas se la llevan y la entrenan para ser la mejor. Sigue siendo muy conocida cuando se convierte en una anciana. Finalmente, un hombre va a acabar con el parque donde Elsie saltaba, y ésta, convertida en una anciana de 109 años, salta por última vez para demostrarle que no debe construir nada sobre ese parque. Este libro instruye en el perfeccionismo y en volcarse en tus pasiones.