“El flautista de Hamelín”, versionado de miles de formas diferentes, es uno de los cuentos más profundamente arraigados en cualquier cultura. Fue recopilado inicialmente por los Hermanos Grimm. En este caso, la obra de Robert Browning es un poema narrativo dirigido al hijo de su amigo William Macready, que estaba enfermo. Posteriormente, al propio Browning le encantaba representar su obra en fiestas infantiles. Se trata de una obra perfectamente diseñada, con un ritmo parecido al de una comedia contemporánea, y con variados motivos que la enriquecen: espectáculos en banquetes, promesas de dinero, monólogos de niños y ratas…
El objetivo del cuento es profundamente moral, enfrentando diferentes posturas para mostrar la ambigüedad de la sociedad de la época. Especialmente entre cualquier individuo y las autoridades que rigen su vida diaria.