Un clásico de las novelas de detectives para niños en particular y de la literatura infantil francesa de posguerra en general es “El caballo sin cabeza”. El misterioso título deriva de un cuerpo de caballo estropeado que los niños protagonistas montan sobre ruedas y utilizan para divertirse. Dicho baluarte de la pandilla protagonista desaparece un día en condiciones misteriores. Es entonces cuando los jóvenes, intrigados por los sucesos, unen fuerzas con la policía para detener a los malhechores. El relato tiene dosis de suspense que mantendrán pegado a cualquier lector incipiente, así como los elementos característicos de las mejores historias de detectives. El inmejorable escenario es el París de los suburbios y tras la Segunda Guerra Mundial. El autor es Jean Sabran, quien bajo el pseudónimo Paul Berna publicó literatura infantil y logró bastante éxito con ello. Como se ha comentado, un clásico cuya popularidad se multiplicó con la adaptación cinematográfica de Disney en los años 60.
“Mi rincón en la montaña” es una vívida historia de aventuras Ganador del Honor Newbery en 1960, el libro relata cómo Sam Gribley abandona su aburrida vida en Nueva York para sobrevivir en la montaña durante un año. El niño tiene por amigos al halcón Frightful y a la comadreja Baron, con los que va adquiriendo cada vez más sentido de la independencia. Sam se construye una cabaña en un árbol, recolecta bayas, caza su propia comida y lucha contra las inclemencias del tiempo. A pesar de que el propio Sam se percata de su propio desarrollo personal, también empieza a echar de menos relacionarse con otros seres humanos. “Mi rincón en la montaña” es, en el fondo, una narración que nace del amor de su autora por la naturaleza. Jean Craighead George se crió en un ambiente naturalista y esto se nota en su literatura, pues muchos de los animales de los cuales se ha rodeado han sido protagonistas de sus libros. En definitiva, este libro es una historia de aventuras muy recomendable que evocará vivencias con la naturaleza a más de un pequeño lector.
El señor Bowditch al que hace referencia el título de la novela es, ni más ni menos, que Nathaniel Bowditch, célebre matemático y navegante. Este emprendedor de los siglos XVIII y XIX es conocido como uno de los padres de la navegación actual. Bowditch es precisamente el protagonista de la novela, pues el autor Jean Lee Latham acostumbrada a integrar personajes históricos en sus relatos. “Siga, señor Bowditch” cuenta ni más ni menos que la vida de esta figura esencial de la navegación a modo de cuento juvenil. Y es que la vida de Bowditch fue intensa y llena de obstáculos. Desde pequeño quiso estudiar matemáticas pero no pudo porque su familia nunca atravesó buenos momentos económicos. Para conseguirlo fue autodidacta y trabajó durante años como contable. Cuando aprendió matemáticas, Bowditch empezó a revisar y corregir cartas de navegación, y acabó exponiendo sus pensamientos en su obra “The New American Practical Navigator”. Esta novela es un perfecto ejemplo de ficción histórica y biográfica, y además se adentra en las vivencias de una figura digna de admirar.
Joanna Cannan es considerada una de las mejores escritoras que ha desarrollado el tema de los ponis, tan apreciado por el público femenino. Tras ella, sus tres hijas siguieron siendo novelistas y llevaron un paso más allá la habilidad de su madre para contar relatos sobre ponis. La novedad aportada por Cannan es que el narrador no es el poni, sino la dueña, en este caso Jean. Esta chica se ve obligada a desplazarse de la ciudad al campo, y adaptarse a su nuevo estilo de vida de forma fortuita. Los primos de Jean se burlan de ella por su ineptitud ante las adversidades y porque se regocijan en su torpeza en las tareas campestres. Finalmente, Jean aprende a montar a caballo y el resto callan ante el talento de su prima. Cannan fue célebre tanto por sus novelas de ponis como por las de detectives, a las cuales se dedicó en una etapa más tardía de su obra. “Un poni para Jean” es un genial ejemplo de la aptitud de Cannan para desarrollar este tipo de historias.
La historia de Babar fue un libro infantil de los más rompedores de los años 30. Sobre todo por su formato, ya que hasta entonces fue el más grande creado. Se utilizaron recursos muy sofisticados en las ilustraciones, suponiendo una gran innovación en la época. La historia se centra en Babar, un elefante pequeño que vive en la jungla pero huye a la ciudad tras la muerte de su madre. Allí se comporta como un urbanita más, hasta que sus tíos van a rescatarlo de un ambiente que no es el suyo. Al volver se casa con la elefanta Celeste y se convierte en rey de la jungla. El libro influyó a muchos autores de mediados del siglo XX.