Una de las sagas literarias de ficción adolescente más longevas de siempre es “Jennings”, de Anthony Buckeridge. Más de cuarenta años estuvo publicándose, con un total de 25 entregas, y sin varias el escenario de la historia. Los protagonistas, Jenning y Darbishire, acuden al internado Linbury Court Preparatory. En cualquiera de las novelas ambos tienen diez años y los profesores son los mismos. Buckeridge empezó con este tipo de relatos de forma radiofónica para dar el salto posteriormente a los libros. Su razón de mantener inalterada la naturaleza de los personajes, de no hacer avanzar el tiempo, radica en su interés por definirlos bien y convertirlos en un referente de las historias de escuela y travesuras. Y vaya si lo consiguió, pues “Jennings” es todo un clásico del género. No sólo lo prolífico de la obra afianzó la serie, sino que el estilo de Buckeridge, desenfadado y fresco, también se conservó libro tras libro de forma brillante.