La posguerra en España no habría sido lo mismo sin la omnipresencia de “Antoñita la Fantástica”. Decimos “omnipresencia” porque Antoñita primero fue un serial radiofónico, dando el salto a la literatura posteriormente. Borita Casas se alió con Mariano Zaragüeta para dar color a su heroína. Antoñita encarna a la niña traviesa, imaginativa y pasional, y que choca muchas veces con los adultos, hecho acentuado por la mentalidad de la época. La saga cuenta con doce libros y el personaje de Antoñita crece y evoluciona con el paso de los mismos, para que así sus lectores se sientan más identificados. La vida, aparentemente aburrida, es vista de una forma diferente a través de la mirada de un niño, y eso es lo que Antoñita nos enseña. El trasfondo social es esencial para entender los pensamientos de la niña en muchos casos y las respuestas de los adultos. Antoñita pertenece a una familia madrileña de clase media. De ahí también el éxito comercial de la misma en su país natal. Literatura imprescindible de posguerra.