Es sumamente complejo manejar un relato de accidentes físicos y superación sin caer en banalidades o en tópicos. Wendy Orr supo hacerlo magistralmente en “Pelando la cebolla”. Anna Duncan protagoniza una novela en la cual su vida y sus ambiciones como karateka se ven fortuitamente truncada por un accidente que le impide volver a caminar con normalidad. Anna no soporta la compasión ni la condescencia de los que le rodean, especialmente su mejor amiga y su novio. Cuando más hundida se cree Anna, la vida le brinda una nueva oportunidad enamorándose otra vez. Es entonces cuando su psicología se transforma de forma óptima para vencer su lesión: comienza a valorar lo que tiene en vez de lamentarse por lo que no tiene. Nominado al CBCA de 1997, este relato fue un verdadero fenómeno en Australia, potenciado además de por su historia por la declaración parcialmente autobiográfica de la autora. Una ficción muy real en la que el drama convive con el humor, como en la vida misma.
¿Quién no conoce a Peter Pan actualmente? Aunque este es el título original de uno de los libros que James Matthew Barrie creó de este célebre personaje, dentro se encuentra la historia más conocida del mismo, famosa por la adaptación de Disney. Peter Pan representa la alegría del ser niño, la lucha contra la madurez del espíritu. Todos recordamos a personajes como Wendy, Campanilla o el malvado Capitán Garfio. En este libro están recogidos todos ellos. La historia también es bien conocida por su optimismo y por las ganas de demostrarle al mundo que no se está nada mal siendo pequeño. De esta manera se pretende contrastar cómo las personas nos agobiamos ante el hecho de madurar, ante el paso del tiempo, ante la muerte. Y es que, ¿quién no querría vivir para siempre en el País de Nunca Jamás? Se trata de un relato imprescindible, en cualquiera de sus versiones. Como siempre, se recomienda acudir a la obra original, en este caso este maravilloso libro.