Cuando a veces empleamos el dicho “todo tiempo pasado fue mejor”, seriamente debemos plantearnos si estamos en lo cierto o no. Una muestra es la Edad del Bronce, que es cuando se sitúa esta fabulosa novela de Rosemary Sutcliff. La autora inglesa, que tan bien nos acostumbró con sus ficciones históricas épicas y emotivas, relata esta vez algo crudo y muy alejado de nuestra vida ahora. Drem pertenece a una tribu que habita la campiña inglesa durante la citada edad. La prueba que su pueblo le impone para hacerse adulto es matar a un lobo. Si esto de por sí no es suficientemente desalentador, Drem además tiene discapacidades físicas y no recibe un mínimo trato de compasión, pues éste no existía. Haciendo honor de la Ley del Más Fuerte, Drem debe abandonar a los suyos para sobrevivir, pues éstos no son comprensivos y la obligación del joven es demostrar su valentía y sus aptitudes. El resto de elementos característicos del relato los podemos imaginar: entornos indómitos, animales salvajes y valores nada arraigados en la actualidad.
Esta novela, escrita por Nathaniel Hawthorne y publicada a mitad del siglo XIX en Estados Unidos, es considerada uno de los primeros best-seller del país norteamericano. La protagonista, HesterPrynne, al comienzo se encuentra presa y con un bebé. Lleva un vestido con una letra “A” bordada en escarlata, que muestra su condición de adúltera, pues tuvo el bebé mucho después de que su marido muriera en alta mar.En libertad, trabaja para un ministro como bordadora, de la cual es amante. El ministro es perseguido y, antes de que ambos escapen, es condenado a morir ahorcado. Hester se pasa el resto de su vida sacrificándose por los demás para redimirse, y finalmente es enterrada en Boston junto a su amante, llevando todavía la letra “A” en su pecho.
Se considera una crítica de la incipiente hipocresía en la sociedad estadounidense, llena de actos de libertad fingida o manifestada en contraste con la poca tolerancia respecto a ciertos temas. Por tanto, es una fuente de dilemas morales, muchos de ellos todavía presentes en la psicología de los norteamericanos.