A lo largo de la historia los profesores se han calentado la cabeza para conectar con sus alumnos y así canalizar el conocimiento que quieren transmitir. Es una tarea complicada, puesto que las asignaturas a veces no acompañan. En otras ocasiones, algo apasionante puede tornarse aburrido por culpa de un maestro adecuado. Estos temas son los que Humphrey Carpenter trata en esta obra. Míster Majeika es un profesor mago, a ratos inepto, que aterriza con su alfombra mágica en una escuela primaria para dar las clases a su estilo. El señor Majeika hace la magia su principal baluarte para enseñar, y el resto de profesores empezarán a sospechar que algo extraño sucede en el colegio. Al mismo tiempo, Míster Majeika se empieza a meter en apuros cuando aplica hechizos que luego no sabe deshacer. Aunque los profesores estén en su contra, a lo largo de la serie de libros los propios alumnos son los que defenderán la figura de su querido profesor. La magia aporta ese toque intrigante y humorístico tan necesario en cualquier texto para niños.
Las historias de “El profesor Branestawn” fueron iniciadas como un programa de radio para la BBC que más adelante cobraron vida en forma de serie de libros. Norman Hunter hace gala de una desbordable imaginación creando a este genial personaje. El Profesor Branestawn es lo que se suele catalogar como un científico loco. Con sus excentricidades, Branestawn diseña artilugios de todo tipo. Con la típica bata blanca de laboratorio y gafas, el profesor está acompañado en sus aventuras por su fiel ama de llaves y por su amigo, el Coronel Dedshott. La mentalidad de ambos hombres contrasta, pues el ingenio y el idealismo de Branestawn chocan contra la estrategia y la frialdad militar de su colega. Algunos de los inventos del profesor reciben nombres como el atrapaladrones o el reloj eterno. Las aventuras escritas por Norman Hunter merecen mucho la pena como aproximación infantil a la ciencia, para despertar la curiosidad por ella a los más pequeños.