“Los sueños de Marianne” es un relato a medio camino entre lo mágico y lo real. Esta novela de Catherine Storr se centra en Marianne, una chica que es obligada a guardar reposo por el médico y la cual se niega a ello. Para entretenerse, Marianne pinta en un papel con un lápiz especial que provoca que los dibujos dominen lo que sueña. Es en este momento cuando la historia coge tintes oníricos, pues Marianne conoce a un niño llamado Mark y se hace muy amiga de él. Las descripciones permiten ver al lector que el mundo descrito es el de los sueños de Marianne, pues suceden cosas surreales. Stor, además, sabe aportar dosis de terror a sus novelas, y lo consigue empleando una atmósfera envolvente e incierta. Lo que la autora también critica es la fascinación de los niños por lo destructivo, pues de pequeños se creen capaces de todo y piensan que su poder es ilimitado. Por todo lo citado, “Los sueños de Marianne” se convierte en una lectura más que recomendable.
“Zapatillas de ballet” cuenta la historia de una familia que, aunque heterogénea, puede permanecer unida y quererse como cualquier otra. Matthew Fossil, llamado cariñosamente Gum, debe hacerse cargo de tres niñas de orígenes diferentes. Por un lado, Posy es dejada en casa de Matthew en una cesta con unas zapatillas de ballet. Por otro, Petrova es de ascendencia rusa y Pauline ha logrado salir viva de un naufragio. La historia transcurre entre las clases de teatro y ballet de las tres hermanas, lo cual puede parecer tedioso. Sin embargo, el ritmo es llevado magistralmente por Noel Streatfield alternando las lecciones con la rutina familiar. La autora consigue mostrar el afecto que se pueden tener tres personas a priori no unidas. Las hermanas Fossil llegan a triunfar por separado y deben lidiar con el peso de la fama. Otros valores que “Zapatillas de ballet” discute son el talento, el esfuerzo, la incomprensión y el conformismo. Al fin y al cabo, el ballet es sólo una excusa para tratar temáticas de mayor significado que el hilo argumental del cuento.
“Los sueños del sapo” se presenta como una recopilación de relatos con marcada influencia del folclore argentino. Su autor, el célebre Javier Villafañe, ha conseguido ser uno de los literatos infantiles más queridos de su país en parte por sus cuentos idiosincráticos y que muestran valores tan humanos. En “Los sueños del sapo”, Villafañe emplea la figura del titiritero (por lo cual él mismo también era famoso) como presentador de las historias. Éstas suelen ser fábulas en las que animales humanizados serán protagonistas de alguna moraleja. Pero también hay ficciones en las que los principales personajes son objetos o niños. Algunos de los cuentos que aparecen son “Las tijeras que cortan la tierra” o “Maese Trotamundos”. Y, por supuesto, “Los sueños del sapo”, que da título a la colección. Todo ello amparado por las ilustraciones del genial Tabaré. Convertido ya en un clásico de la literatura infantil en Argentina, “Los sueños del sapo” es un buen compendio de ideales a transmitir entre los más pequeños.
La historia de Elsie Piddock transmite el espíritu de superación y la ambición necesaria para conseguir lo que uno se propone. Esta niña, con sólo 3 años, insiste para que sus padres le compren una comba donde saltar. Como no lo hacen, empieza a saltar sobre cualquier objeto. Finalmente se la compran y Elsie se hace famosa en todo el país. Además, por las noches sueña que las hadas se la llevan y la entrenan para ser la mejor. Sigue siendo muy conocida cuando se convierte en una anciana. Finalmente, un hombre va a acabar con el parque donde Elsie saltaba, y ésta, convertida en una anciana de 109 años, salta por última vez para demostrarle que no debe construir nada sobre ese parque. Este libro instruye en el perfeccionismo y en volcarse en tus pasiones.
El señor Antonino y oso forman una pareja casi perfecta. La actividad sin medida de Antonino se equilibra con la tranquilidad de oso. Pero en los sueños no son tan complementarios. Un divertido libro con humor y aventura. Si el texto es simpático, las ilustraciones resultan geniales en su expresividad y en sus detalles.