Esta obra podría recomendarse con varios datos que sirven como sello de calidad. Por ejemplo, que el autor sea Meindert DeJong, ganador del Premio Hans Christian Andersen; y que tenga por ilustrador al celebérrimo Maurice Sendak. Los premios cosechados, la Medalla Newbery y el Deutscher Jugendliteraturpreis, rematan la carta de presentación. La historia transcurre en una región de Holanda, escenario de la infancia de DeJong, donde una pandilla de niños se preocupa porque en su pueblo nunca anidan la cigüeña, al contrario que en las aldeas próximas. Cuando descubren el motivo, que es la excesiva inclinación de los tejados, los protagonistas están decididos a solucionarlo colocando una rueda en lo alto. La cuestión entonces es encontrar una rueda en condiciones. Ésta aparece bajo un barco, y el problema a partir de aquí es poder cogerla antes de que suba la marea. Los niños consiguen que todo el pueblo de Shora se implique en la búsqueda, recogida y colocación de la rueda, y dos cigüeñas acaban por anidar en ella. Un relato que habla del esfuerzo y la persecución de los sueños, los cuales llegar a su consecución con la suficiente perseverancia.