Al igual que sucede con otros eruditos de la Grecia Clásica, es imposible saber con certeza si todas las fábulas atribuidas a Esopo son realmente suyas. o incluso la naturaleza y relevancia de este autor. De hecho, no está probada su existencia real, variando la descripción de su vida y el lugar según el autor que se consulte. Su obra ha sido recopilada a posteriori por otras celebridades de la literatura juvenil como Demetrio de Falero, Babrio, La Fontaine o Samaniego.